martes, 8 de octubre de 2013
El entierro del bolívar fuerte. Por Víctor Salmerón
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VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
Al introducir el "bolívar fuerte" y restarle tres ceros a los billetes anteriores, Gastón Parra Luzardo, para ese entonces presidente del instituto emisor aseguró que "la reconversión monetaria es un compromiso del Banco Central de Venezuela y del Ejecutivo Nacional para fortalecer la moneda y reafirmar el objetivo de estabilidad de la economía", pero se trataba de palabras vacías.
El Banco Central ha contribuido notablemente a debilitar la moneda emitiendo dinero sin respaldo para financiar al Gobierno, mientras que las finanzas públicas están hundidas en un déficit que en buena parte se cubre devaluando la moneda para obtener más bolívares por cada petrodólar.
Desde que comenzó a circular el "bolívar fuerte", el primero de enero de 2008, los precios acumulan un salto de 323% y la debilidad de la moneda es evidente porque el incesante incremento de los precios obliga a los venezolanos a tener en los bolsillos más billetes de bolívares cien, el de mayor denominación, mientras que los de dos y cinco bolívares, los de menor capacidad, prácticamente van quedando en desuso.
Consciente de este proceso el Banco Central, el organismo que fabrica los billetes o encarga su elaboración en el exterior, multiplica las piezas de mayor denominación.
El resultado es que entre julio de 2012 y julio de este año el número de billetes de bolívares cien en circulación registra un salto de 79% para ubicarse en 566 millones de piezas.
Al cierre de julio de este año 27% del total de los billetes que circulan en la economía son de cien bolívares versus 3% al momento del lanzamiento del bolívar fuerte.
Consultores extranjeros expertos en el tema monetario han elaborado trabajos sobre Venezuela y precisan que en vista del aumento que ya han experimentado los precios y el alza que se proyecta para el mediano plazo durante los próximos cinco años el Banco Central tendrá que emitir billetes de doscientos, quinientos y mil bolívares.
De lo contrario, a la vuelta de dos años los billetes de cien bolívares representarán más de la mitad de las piezas en circulación y será necesario un número muy alto de billetes para comprar la misma cantidad de cosas que adquieren hoy.
El "bolívar fuerte" no será recordado como el símbolo de una era de estabilidad y prosperidad, al contrario, actuará como ejemplo de una política económica suicida.
vsalmeron@eluniversal.com
