DÁMASO JIMÉNEZ | EL UNIVERSAL
Mientras miles de médicos venezolanos intentaban llamar la atención del gobierno sobre la crisis en el sector salud, en una toma abrumadora de calle de la que fueron inmediatamente repelidos, el presidente Nicolás Maduro destacaba en cadena de radio y televisión la incalculable ayuda que Cuba ha realizado en nuestro país en esa materia graduando a 2 mil 585 médicos integrales de dudosa especialización y entre lo que destacó la realización de 647 millones de consultas en los últimos 11 años con la implementación de la Misión Barrio Adentro.
La Misión Barrio Adentro de Fidel Castro se convirtió en un caballo de Troya para apoderarse de las riquezas de Venezuela. Primero fue la gran fachada social que sirvió para reforzar esa imagen de "amor al pueblo" que atornilló al presidente Chávez en el poder a posteriori de los sucesos de la asonada del 2002, al tiempo que permitió la filtración e inmediata invasión silenciosa que dio carta blanca al gobierno de La Habana para reforzar su red de espías en Venezuela, con el propósito de vigilar, ideologizar, rastrear información, hacer profilaxis revolucionaria para que los pobres no se vuelvan escuálidos, llevar a cabo labores de propaganda como la nueva tarjeta de abastecimiento para lavar la cara al gobierno en la crisis de desabastecimiento y racionamiento, hasta mimetizarse en grandes instancias de poder como la FANB y los poderes civiles del Estado.
Fidel y su aparato de inteligencia logró desde la llegada de Chávez al poder conocer a fondo la conducta, las cotidianidades, los vicios, las debilidades, las contradicciones, los números de identidad, cuentas, horas, números de teléfonos, propiedades, litigios, y hasta los vaivenes familiares del pacífico, transparente, confiado, cómodo y por ahora neurotizado pueblo venezolano.
Maduro solo confirmó el tiempo que tiene este aparato de inteligencia y miembros de la seguridad del Estado cubano (G-2) realizando labores intensas de formación y adoctrinamiento a través del Frente Francisco de Miranda, de los colectivos armados, y de la juventud marxista de ese país, en un trabajo de hormiguita y de bajo perfil que les ha permitido camuflarse y decidir nuestro destino, maneja a su libre albedrío nuestras riquezas, designar jueces, escribir los abominables parlamentos que hemos escuchado sobre las torturas y hasta sentarse a hablar y negociar con quienes consideran son o debe ser la conveniente oposición.
De qué otra forma nuestro país envía desde hace 11 años 100 mil barriles diarios por un valor de 13 mil millones de dólares al año sin costo alguno, solo para lograr mantener a flote la maltrecha economía de la isla de la felicidad, al que alguna vez Chávez propuso de manera descabellada unirnos en un solo Estado-nación-federación y que los venezolanos rechazamos en un referéndum en 2007, del que el mundo hizo caso omiso.
Antes de las manifestaciones de protestas estudiantiles del 12 de febrero y posterior a la Cumbre del Celac en La Habana, con la presencia de la mayoría de nuestros vecinos del continente, convertidos hoy en mirones de palo, Maduro y Raúl suscribieron 56 nuevos convenios estimados en 1.259 millones de dólares en inversiones para negocios conjuntos, operaciones de inteligencia y colaboración en labores militares y policiales que incluyen la cruda represión nunca vista antes en cualquier otro conflicto en Venezuela, pero que ahora estamos presenciando ante el manto de impunidad y vacío de labores y oficios de parte de la fiscal, la defensora y la magistrada del TSJ
Este Estado dentro del Estado cuenta -según Tania Díaz, diputada oficialista del PSUV-Dtto. Capital-, con 46 mil cubanos del entorno del castrocomunismo, que son pagados por partidas dispuestas desde el tesoro nacional y el erario público, que aparecen en nómina como componente médico, pedagógico, deportivo, expertos en telecomunicaciones, asesores militares y de inteligencia o de asistencia de las misiones.
Además son inamovibles y deciden casi por decreto que su permanencia en Venezuela será por tiempo indefinido. Luego de participar en los actos del primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez, el canciller cubano Bruno Rodríguez dijo a su llegada a La Habana, la verdadera capital de esta fusión autocrática, que no sólo seguirán operando en nuestro país sino que combatirán los "hechos desestabilizadores" provocados por la "derecha fascista".
Los Castro han demostrado no tener escrúpulos a la hora de jugársela, igualmente se destacan por una alta dosis de pragmatismo que les ha permitido sobrevivir en lo alto de la cumbre del poder por más de medio siglo. No cabe duda que este emporio dictatorial actúa como cualquier mafia a la hora de imponerse y por eso la historia de la revolución comunista en el ocaso demuestra infinidad de episodios donde todo se ha resuelto a punta de amenazas, torturas, intimidaciones, encarcelamientos, plomo y muerte.
Maduro es solo su hombre en Miraflores y ahora uno de los principales problemas que tienen los cubanos para mantenerse a flote y lograr la estabilidad ansiada para seguir desviando las riquezas de nuestro país y manejar los hilos del poder con el que someten a más de 30 millones de venezolanos.
@damasojimenez
