Otro Blog del Grupo Noticias en Tweets »» Sígueme en Facebook Sígueme en Twitter Síguenos en Instagram Suscríbete a NT Youtube Suscríbete Gratis Síguenos en Google +

martes, 15 de abril de 2014

Historia reciente del dólar en Venezuela. Por Herbert Hudde


HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL

En Venezuela cuando ha habido libre cambio, lo que ello ha significado es que cualquiera podía comprar o vender libremente los dólares que quisiera, y eso convivió con dos formas de fijación del precio: un cambio fijo establecido por el BCV, como el conspicuo (y no compiscuo, como dice Maduro) 4,30 anterior al viernes negro, y flotante, en una buena parte de los años siguientes.

Con el cambio flotante, la fijación del precio no la ha hecho la interacción de oferta y demanda, sino que el BCV, por ser el oferente de más del 90 % de los dólares, ha fijado el precio en lo que ha deseado, lo que ha ocurrido casi todo el tiempo, con la excepción de los momentos en que las reservas han llegado a niveles tan bajos que no ha tenido más remedio que soltarlo, para volverle a poner la mano cuando las reservas se hubieran recuperado.

Para no aburrirlos, omitiré la historia de la sarta de jumentadas que han hecho en este campo las lumbreras chavistas desde que comenzaron a mandar, que ha sido el factor fundamental de la destrucción del aparato productivo del país, causando la horrorosa situación que padecemos actualmente, sino que me situaré en la primera mitad del 2012.

En ese entonces convivían Cadivi, con el $ a 4,30, y el Sitme, que los daba a 5,30. Hasta más o menos julio de ese año, el Sitme adjudicaba unos 50 millones de dólares diarios; el paralelo cerró ese mes en 9,33, y venía subiendo, pero muy poco a poco. Allí las lumbreras deciden reducir la entrega a unos 15 millones diarios, y por supuesto el $ se dispara, cerrando el año en 17.

En febrero del 2013, las lumbreras eliminan el Sitme, inventan el Sicad con subastas, y cuando en la primera se demandan dólares hasta en 25, 30 y más, pensaron que a esos niveles el Sicad no iba a "arrastrar" hacia abajo el precio del paralelo, y como ellos hacen solo lo que les conviene sin pararle a si es legal, ético, o decente, deciden que el proceso no sería de subasta sino de adjudicación arbitraria, al precio que a ellos les diera la gana, y según recuerdo arrancaron fijándolo a 11 y pico, y después lo han bajado lentamente. Ese año el paralelo cerró a 64,23, multiplicándose casi por 4.

Lo actual

Para mí el control de cambio verdadero o total ocurre cuando se prohíbe a todo el mundo la compra venta de divisas entre particulares, y se les obliga a que toda transacción de divisas sea con el Banco Central, lo cual no está sucediendo en este momento, pues no veo ninguna disposición que prohíba a los particulares transar divisar entre sí.

En consecuencia, en mi opinión lo que hay es un libre mercado, el paralelo, con el BCV aparte adjudicando dólares preferenciales en el Cencoex (antes Cadivi), y en ese engendro que son las "subastas" del Sicad, más un esperpento de mercado "y que" libre, con precio fluctuando "y que" según la oferta y la demanda, que es el Sicad II.

¿Cómo funciona este Sicad II? Como las lumbreras todo lo mantienen en misterio, hasta ahora no conozco a nadie de a pie como yo que lo sepa, pero lo que ha ocurrido con los precios promedio ponderados que ha publicado el BCV, indica claramente que en el manejo de este mercado "libre" hay kikirigüiki, pues la probabilidad de que en un mercado libre esos precios promedio hayan estado en la banda tan estrecha de valores en la que se han ubicado, es prácticamente nula. Así que es obvio que el BCV está, por decir lo menos, interviniendo, y aunque aun no me atrevo a afirmarlo, me huele a que no están permitiendo que oferta y demanda trabajen libremente como prometieron, sino que están manejando la cosa, como suelen hacerlo las lumbreras, a su real y libérrimo antojo.

Esto por supuesto más temprano que tarde se aclarará, y entonces será divertido ver lo que pasa, pero lo más probable es que otra vez tengan las lumbreras que morderse el que te conté, haciendo una vez más el hazmerreír, sin lograr lo que quieren. Esto es, una raya más pa' un tigre.

herbert_hudde@yahoo.es



Compártelo y Coméntalo en las Redes Sociales



Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. Suscríbete Gratis