TOMÁS SOCÍAS | EL UNIVERSAL
Desde que comenzó el control de cambio, hasta este momento, el Estado se ha reservado la potestad de contar con dólares preferenciales para las compras o importaciones de diversos rubros que van desde alimentos y medicinas, hasta armamento. No criticamos esta medida, pues es lógico que si hay control de cambio, el Estado se reserve la capacidad de hacer sus compras con divisas baratas.
Sin embargo, desde que se produjo el paro, entres los años 2002 y 2003, el Estado ha tenido la facilidad de contraer con las divisas, primero a 2.39 por dólar, luego de 4.30 por dólar y ahora a 6.30 por dólar, para comprar en el exterior, principalmente, alimentos, siempre con la premisa de tener reservas de estos productos, para varios meses.
Transcurridos 12 años, desde esos inicios y esas circunstancias, tenemos que hoy, por ley, pues las resoluciones que se publican en Gaceta Oficial son eso, una ley, las importaciones a dólar preferencial son para los organismos del Estado y a esto se refiere nuestro artículo.
Desde hace años venimos alertando del peligro de que los diversos ministerios tengan listas de productos para importar, a divisas preferenciales y que estas listas aún no hayan sido depuradas, a pesar de que, incluso, el mismo presidente Hugo Chávez, ordenó varias veces que el uso de esos dólares tenía que ser solamente para lo indispensable.
Hemos sabido de ministerios que traen vinos, quesos, bolígrafos y otras minucias completamente innecesarias, usando las divisas preferenciales que podrían servir para otorgarlas a los sectores productivos, a fin de que puedan surtirse de materias primas e insumos que generen desarrollo, empleos y beneficios para el país.
El exministro Jorge Giordani dijo una vez en plena Asamblea Nacional que había detectado que a través del mecanismo de asignación de divisas conocido una vez como Sitme, se habían otorgado 25 mil millones de dólares a empresas fantasmas y ese dinero terminó dilapidado.
Ya Giordani está fuera del Gobierno y su denuncia quedó en el aire. Dicen en el Gobierno que hay una investigación, pero los resultados de la misma no han sido informados. Resumiendo, quienes se llevaron esos dólares se salieron con la suya.
Ahora, a días de haberse estrenado un nuevo sistema cambiario, el Estado sigue reservándose la potestad de tener las divisas a 6.30 bolívares para importar alimentos, medicinas, materias e insumos. Lo que no dicen las gavetas es si habrá o no un control sobre esas asignaciones.
No dudamos de la buena voluntad del Gobierno, si los dólares preferenciales se usan realmente para el objeto que señala el nuevo convenio cambiario. Pensamos que es necesario que haya control sobre el uso esas divisas, tomando en cuenta la situación de crisis en la que se encuentra Venezuela, como consecuencia de la escasez.
No estamos de acuerdo con las importaciones masivas de productos, porque le quita recursos al sector privado para producir. No obstante, como ya estamos en esta situación, es indispensable que se ejerza un férreo control, pero esta vez en las compras masivas que hacen en los ministerios, porque esas listas aún no han sido depuradas.
Ahora que bajaron drásticamente los precios del petróleo y el Ejecutivo tiene dificultades por la disminución del chorro petrolero, el uso de las divisas preferenciales debe ser estrictamente para lo que se requiere. Los ministerios no deberían tener listas de productos, sino los rubros necesarios. Estamos en una situación delicada y el Ejecutivo nos ha pedido colaboración a todos.
No tengo dudas y así lo ha mostrado el sector productivo, de que existe la voluntad para resolver el problema económico entre todos, pero también es necesario que en los despachos gubernamentales entiendan que esos dólares son de todos y que de eso depende que Venezuela pueda salir de este conflicto.
Analista económico y político
Tsocias@cantv.net
