I
O.K., hay gente que produce bienes y personas que los necesitan. Los bienes tienen un precio, que debe estar por encima de lo que cuesta producirlos, porque si no es así, el productor quiebra, aunque sea San Francisco de Asis produciendo rosarios. Si yo produjese un bien, me gustaría venderlo al mayor precio que sea posible. ¿Qué me puede frenar en esa ambición desmedida? Que haya otras personas que produzcan lo mismo que yo y que compitan conmigo para vender más. ¿Cuál es la única manera de competir? Respuesta: bajando los precios. Hay una verdad económica de Perogrullo: cuando la gente que produce quiebra, deja de producir, como consecuencia, los bienes que producían escasean y por tanto aumentan mucho de precio.
II
¿Qué debería hacer un gobierno en la economía? Un gobierno debería propiciar que haya condiciones para que mucha gente produzca bienes y haya abundancia para que los precios bajen y el 80% de la gente le ame y no le deteste visceralmente y, en consecuencia, vote por él en las siguientes elecciones. En otras palabras: la frase “con hambre y sin empleo, con Esteban me resteo”, es bastante simpática, y debe ser genial para el ego de Esteban, pero termina con gente recogiendo sobras de comida en las bolsas de basura. Esa no puede ser la finalidad de un gobierno, dice uno.
III
¿Qué es un país rentista? Un país rentista es aquel que depende de actividades económicas no productivas. Esto se notará mejor con un ejemplo (frase, acción u objeto que se usa para explicar, ilustrar o aclarar una cosa): un país petrolero, es como una gente que se encuentra un tesoro enterrado: tiene mucho dinero que no es producto de su esfuerzo, sino del azar y de la suerte. El único esfuerzo que tiene que aplicar es el de desenterrar el tesoro. Es decir un esfuerzo mínimo si se compara con la ganancia obtenida. Una riqueza obtenida así, puede dilapidarse, porque da la impresión de ser inagotable y nada cuesta. Un gobierno que regala dinero será amado (mientras tenga dinero).
IV
Cuando el gobierno de un país rentista se dedica a producir bienes y a expropiar a los que producen para producir él y ofrecer a la gente productos por debajo del costo de producción sucede lo siguiente:
Al principio la gente se alegra mucho, porque a todos nos gusta conseguir las cosas de gratis.
Mientras el gobierno pueda seguir sacando dinero del tesoro que halló, de la botija, no hay problema. Pero si el tesoro se agota, o si el que lo cuida se lo roba, los precios seguirán muy bajos, pero no se producirá nada. La gente no tendrá bienes y le agarrará mucha rabia al gobierno.
V
Parece que es una regla de la economía que cuando los bienes escasean, suben mucho de precio. Es porque como la gente los necesita, está dispuesta a pagar más de lo que valen realmente. A eso se llama inflación, que se define así: “Proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda”. La inflación disminuye el poder adquisitivo de la moneda. Es decir, con más billetes compramos menos.
VI
El precio del dólar. ¿Quién vende los dólares? El gobierno vende los dólares muy por debajo del precio real. Esa decir, no sabemos cuál es el precio real, pero sabemos que el del gobierno no lo es. Por ello, todo el mundo quiere los dólares del gobierno, para venderlos luego al precio real, que sea cual sea, es muy superior. Ese es el mejor negocio que hay en la Venezuela de hoy y lo propicia el gobierno. Es decir: el gobierno del pueblo fabrica multimillonarios con el dinero de los pobres. ¿Quién puede acabar con esto? Respuesta: ¿Quién cree usted?
VII
Conclusion: The problem is not the dollar today, it’s Venezuela tomorrow. It’s the economy, stupid.
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