AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ | EL UNIVERSAL
Estoy por creer que muchos de los críticos de mi artículo anterior (¡Fuera Maduro por colombiche!) limitaron su lectura al título.
Sólo así se puede explicar que se haya dicho que la finalidad del escrito era ofender a los colombianos endilgándoles un adjetivo despectivo, grosero y burlón. Para estos amigos y con la intención de ubicar y profundizar el debate van los elementos que siguen.
1- Mantuvimos, como elemento central del artículo, que es tan bajo el nivel de nuestro debate político que, ante el fracaso de las objeciones, auditorías e impugnaciones contra el triunfo vía fraude-trampa de Nicolás Maduro (NM) el 14A-13, (nada nuevo en el "proceso revolucionario") se le concede ahora un importante espacio al más barato patrioterismo, apelando a que no puede ser Presidente porque no es venezolano por nacimiento.
2- Una vez más se le convalida y se pone a un lado lo de ilegítimo, ilegal, provisional o pasajero. Ahora se ofrece sacarlo del cargo por ser colombiano y no porque supuestamente le robó el triunfo a Henrique Capriles el 14A.
3- Y se considera que permitir un presidente colombiano es la mayor afrenta y el máximo desacato a la Constitución y las leyes de esta república soberana e independiente.
4- Este es un discurso viejo y desgastado. Se usó en tiempos de los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y ahora se retoma con mucha más fuerza y desesperación. Se cree ahora que así se puede salvar la dura y difícil situación que vive este expaís.
5- Y se llega a exigir que NM demuestre ser venezolano. Hasta el momento de ganar la presidencia, vía fraude-trampa-CNE, no se había escuchado este reclamo. Y ahora se hace, insistimos, en la medida en que se sabe que no será sacado del cargo por las impugnaciones ante el TSJ que en cualquier momento las declarará inadmisibles y punto.
6- Se presume que el CNE es el organismo legalmente encargado de hacer cumplir el requisito de nacionalidad a los candidatos a la presidencia y, en general, a todos los que provienen de elecciones. Es el árbitro aceptado por todos los electoralistas.
7- Esto significa que sacar a relucir a esta hora, que NM no puede ocupar la Presidencia por no cumplir con el requisito de la nacionalidad, no pasa de ser una especulación. Algo que de acuerdo al derecho positivista vigente habría que probar.
8- Y se llega al punto de ver al presunto colombiano con rabia y desprecio creciente. Por ello se cae en una forma despectiva de expresión: ¡Fuera el colombiche Maduro! Un decir que simplemente recogimos en nuestro artículo.
9- Pero hay que hacer la salvedad de que el término "colombiche" se utiliza muchas veces como sinónimo y expresión de acercamiento, confianza y amistad. ¿Habrá que pedir perdón?
10- Esto se lo referíamos al señor Fernando Botero, quien nos señaló que el escrito era "enmarañado y complicado y de muy difícil lectura" pero que los 4 millones de colombianos que viven aquí no aceptan el despectivo de "colombiche".
11- Registramos esa expresión despectiva para dar la medida del nivel de pobreza e incoherencia de nuestro debate político. Y por eso dijimos: el problema no es que sea o no colombiano. Los problemas van mucho más allá.
12- Y a quienes ahora se sienten ofendidos porque consideran que estoy de acuerdo con que la presidencia la ejerza un extranjero, me limito a expresarles que ojalá llegue el día en el cual el debate no sea por nacionalidades, límites, intereses mezquinos y particulares, sino por darle a todos los hombres la posibilidad de desarrollar una vida plena en humanidad, acercamiento, hermandad, libertad y trascendencia.
13- Entonces no estaremos pendientes ni nos importará para nada el tal colombiche, el veneco o el venepetrolero, sino que seremos ciudadanos de un mundo que tiene ganado el mañana.
14- Y mientras debatimos sobre la tal nacionalidad, se dejan a un lado cuestiones fundamentales en el cuadro histórico actual. A cien días de la juramentación de NM como presidente ha disminuido de manera importante el universo que mantiene su descalificación por ilegal...
15- Pero estas acusaciones se reducen ya a una dirigencia que admite en la práctica que el presidente es NM, basados en la legalidad que ellos mismos suscriben. Y así vemos a la MUD-Capriles convocando a sus partidarios para que voten en las regionales del 08D, regidas por el mismo CNE que también descalifican por ilegal, cómplice y ladrón.
16- Y a la vez el oficialismo se refiere de manera permanente a esa oposición como derecha fascista, criminal, golpista, rata, imperialista, vendepatria y siempre en busca del magnicidio.
17- Se ataca a quien ha caído en su propia trampa al enfrentar radicalmente el aparato electoral-CNE que es la base y fundamento de su política, para luego recogerse para volver al redil electoral, como si nada hubiera pasado.
18- Queda claro entonces que estamos ante una polarización que se desdibuja cuando se advierte que la política la traza el polo oficialista y que las llamadas oposiciones sólo actúan en términos de complemento y complicidad.
19- Importa recordar que en cuanto a composición, oficialismo y oposiciones no marcan mayores diferencias. Del fracaso de la polarización de los cuarenta años de supuesta democracia nace el movimiento que se conocerá como chavista. Allí están los adecos y copeyanos frustrados.
20- Y una vez que esta oposición se hace gobierno, los residuos de la antigua capa gubernamental se juntan para confrontar con sus similares.
21- Estamos entonces hoy ante la confrontación de dos frentes de la vieja política. Y eso significa que seguiremos atrapados por una falsa polarización, llamada a mantener con vida el orden de los mismos dueños y señores del pasado.
22- Y mientras las grandes mayorías sociales no sean capaces de asumir la conducción de su propio destino, a partir de una Constituyente originaria, estarán condenadas a seguir la política que le impongan los intereses de siempre, como el que lo lleva a ocuparse de una tal nacionalidad colombiche-colombiana de NM. ¡Qué historia amigos!
T: @ablancomunoz
abm333@gmail.com