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domingo, 28 de julio de 2013

Se conspira contra la unidad. Por Fernando Ochoa Antich



FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL

Destruir la unidad de la oposición y su liderazgo es el objetivo establecido por Nicolás Maduro y el oficialismo para tratar de evitar la importante e irremediable derrota electoral que se visualiza en las elecciones municipales del mes de diciembre de este año. Evitar esta derrota se ha transformado en algo tan prioritario que de no alcanzarse puede significar el definitivo final del chavismo. El azar interviene en la historia. Se murió Chávez, se terminó el liderazgo carismático, en el mismo momento en que Venezuela enfrenta una de sus más graves crisis económicas, como consecuencia al despilfarro y la corrupción que han caracterizado estos catorce años de gobierno. La preocupación que tiene Maduro es inmensa, ya que esta derrota va a significar la ratificación del triunfo de Henrique Capriles en la elección del 14 de abril.

La estrategia a desarrollar por el chavismo tiene dos líneas de acción. La primera línea, destruir el liderazgo opositor mediante investigaciones sobre casos de corrupción que permitan inhabilitar a sus principales líderes. Esa es la razón de las averiguaciones administrativas contra Henrique Capriles, Henry Falcón, Liborio Guarulla, Pablo Pérez, Henrique Fernando Salas Feo, Richard Mardo y pare usted de contar. Claro está, que estas acciones no tienen un impacto suficiente en la opinión pública por la falta de autoridad moral del gobierno chavista en este campo. Esa es la razón de la campaña contra pequeños casos de corrupción, dirigida por Nicolás Maduro dentro del gobierno nacional, ocultando los verdaderos escándalos administrativos que plagaron el gobierno de Hugo Chávez.

La segunda línea de acción es lograr que algunos partidos de la Mesa de la Unidad se presten, de buena o de mala fe, a romper la unidad de la oposición. El tiempo es propicio para esta acción. No es fácil distribuir equitativamente las candidaturas en unas elecciones municipales. Por eso, considero que las declaraciones de Felipe Mujica fueron inconvenientes, ya que es inaceptable decir tan a la ligera que: "más temprano que tarde va a haber una crisis y se va a generar el colapso de la MUD". La verdad, la única verdad, es que el retiro de algunas de las organizaciones políticas de la alianza opositora en lugar de debilitarla la fortalecería ampliamente en la opinión pública. De todas maneras, hay que resaltar el ejemplo que dio recientemente Henrique Capriles al solicitarle al diputado Tomás Guanipa que retirara su candidatura a la alcaldía de Maracaibo.

La estrategia oficialista tiene una debilidad muy importante: el tiempo. No es fácil, en medio de la crisis económica y social que enfrenta Venezuela, ganar unas elecciones municipales que están a la vuelta de la esquina. Es verdad, que el chavismo siempre ha abusado del poder para imponerse electoralmente. Lo volverá a hacer. También estoy seguro que inventará alguna triquiñuela para tratar de burlar la voluntad popular. Eso ya lo sabemos, pero no podrán evitar que nuestro pueblo, por más que se utilicen masivamente todos los medios de comunicación para engañarlo, deje de percibir la verdad. Un buen ejemplo son las elecciones del 14 de abril. Los venezolanos saben que el resultado no fue transparente. Si lo hubiese sido, Nicolás Maduro hubiera cumplido su palabra de permitir una auditoría dentro de las condiciones que solicitaba la oposición.

De todas maneras, los venezolanos de mentalidad democrática deben comprender que el reto que tienen es inmenso. Hay que demostrar, mediante el voto, que somos una sólida mayoría. Lograrlo, es de tal trascendencia, que influiría de una manera tan definitiva en los acontecimientos futuros que no habría manera de evitar el final del régimen chavista. Sería casi imposible impedir un triunfo en las elecciones parlamentarias. De allí, a la convocatoria de un referendo revocatorio solo habría un paso. Es cierto, que los acontecimientos históricos son impredecibles. Sin embargo, hay que saberlo, una oposición realmente mayoritaria influiría de una manera tan determinante en cualquier escenario posible que obligaría a respetar y acatar los principios democráticos y la libertad de nuestro pueblo.

fochoaantich@gmail.com

@FOchoaAntich.


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