Un cochitigre económico, a pesar del realero del petróleo, es parte del legado del gigante
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
Muchas señales sembró el finado comandante en los 14 años que se mantuvo en el poder, antes de nombrar sucesor a Maduro, dejar este mundo y que comenzara una nueva etapa del desmadre original. Es verdad que la destrucción del país no tiene toda la autoría concentrada en el fallecido militar. Con mucha fuerza han metido sus manos ensangrentadas los hermanitos Castro, grupos económicos no muy santos y algunos gobiernos extranjeros que van acomodando su alfombra para completar el despojo.
Lo cierto es que el fallecido intentó meter un sistema parecido al cubano, con algunas gotas del modelo chino, un toque de mafias rusas y bastante de las más feroces dictaduras del hemisferio en materia de control político e institucional, y lo que produjo fue este cochitigre que lleva paso a paso, pero de manera sostenida, a uno de los más poderosos colapsos que nación alguna haya sufrido. Lo que ha evitado que se precipite todo el tsunami es el ingreso petrolero, que aunque menguado, regalado, mal cobrado y robado, todavía significa una base de recursos que no tienen otros países. Además, con el cuento de las inmensas reservas petroleras y gasíferas, andan en cambote por el mundo entregando pozos y tierras al mejor postor, por tres lochas, para seguir en esta fiesta.
Y ahí va el país, a empujones. Rumbo a diciembre, pero esta vez con malas noticias, pues el legado del gigante ayudado por la incapacidad y piratería de los sucesores que vienen a ser los mismos desde hace 14 años, ya no aguanta más disimulo. El legado asoma sus cachos como un toro desbocado y va duro contra toda la gente, oficialistas, oposicionistas o nada de nada. Es decir, todos los súbditos de la familia real y la macolla gobernante llevará la leña que en buena ley le corresponde. La cúpula, no está salvada del todo, pero tienen tanto real bolivariano y tanto verde del imperio que les da lo mismo. Para eso el legado alcanza y para mucho más.
El búfalo desbocado que viene. Inflación batiendo marcas mundiales y colocando a Venezuela entre los peor administrados del mundo. El mismo gobierno estima que se ubicará sobre 40% y eso si la pelazón no los lleva a seguir devaluando como muy bien lo viene haciendo Maduro con inventos paralelos como el Sicad. La falta de divisas se acentuará incrementando la escasez y el desabastecimiento y, claro, impulsando los precios de alimentos y medicinas hasta más allá del Cuartel de la Montaña. Más gente tomará la vía de la buhonería, muchos más pondrán sus ventas de empanadas en las calles. Maduro, seguirá peleando con Estados Unidos, mientras el bolívar se vuelve leña a punta de dinero inorgánico.
El toro va en bajada.
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