La moral de aquella nonata revolución bonita hoy devenida en un muladar...
MARTA COLOMINA | EL UNIVERSAL
Ningún otro presidente venezolano había suscitado tantas esperanzas. Hizo creer que con Chávez mandaba el pueblo. Con verbo encendido ofrecía una "revolución bonita" que daría casa propia a quienes no la tenían, trabajo digno, CDI y hospitales de primera, escuelas bolivarianas mejores que las privadas, mercados populares repletos de comida, buenos servicios públicos y, en síntesis, una Venezuela feliz, próspera y soberana.
Recursos abundantes tuvo para materializar esos sueños, pero se obsesionó con Fidel Castro y deliraba con imponer el "socialismo del siglo XXI" como antípodas del "capitalismo salvaje". Con ese fin desvió $ miles de millones a favor de Cuba, Nicaragua, Bolivia y de todo movimiento subversivo mundial que aplaudiera su visión contra El Imperio. Destruyó la economía nacional con sus "exprópiese", a la par que se rodeó de una caterva de ineptos y corruptos que acabaron con la enorme riqueza proveniente de la renta petrolera. Creó las misiones como señuelo que le garantizaba el voto masivo e hizo estallar la nómina pública: de 700 mil funcionarios Chávez pasó a 2.300.000. Pdvsa contaba con 40 mil trabajadores que producían 3 millones 500 mil barriles diarios. Hoy son 120 mil y la producción ha bajado a 2 millones 300 mil barriles. A los militares que le acompañaron en el golpe del 4F, los ubicó en altos cargos civiles sin que contasen con la experticia requerida. Chávez siempre despreció el talento nacional. Con médicos venezolanos de calidad profesional del primer mundo, él los relegó importando a cubanos con conocimientos obsoletos y fines de adoctrinamiento ideológico. Despreció a nuestros constructores e ingenieros contratando con Bielorrusia, China, Uruguay y otros países, edificaciones con costo leonino (muchas sin concluir), que hoy presentan fallas estructurales. Chávez importó militares cubanos para su seguridad personal y espionaje, que hoy acompañan a Maduro y siguen dando órdenes.
De aquella Venezuela que nadaría en la felicidad y la abundancia nos queda el país que hoy sufrimos: entregado a Cuba, cargado de deudas, sin reservas internacionales, con inflación de las más altas del mundo, grave escasez de alimentos y medicinas; agricultura e industria destruidas, Pdvsa en ruinas, salud pública enferma (70% de los CDI están cerrados y hospitales sin insumos y semiderruidos), escuelas destartaladas y el resto de la infraestructura devastada por falta de mantenimiento y ausencia de nuevas obras. Somos víctimas de la criminalidad desatada, justicia envilecida y de unos disparatados herederos del poder que aceleran el caos que devora el país. Narcotráfico y corrupción descarados coronan la lista de males que hoy hacen de Venezuela un infierno y que la comunidad internacional observa. Los llamados narcosoles -señalados por el Dpto. del Tesoro de EEUU- fueron nombrados en los cargos más altos de la FAN. La salida de la DEA ordenada por Chávez y el pase de puertos y aeropuertos a manos del poder central, facilitó el incremento del narcotráfico. Luis Edgardo Mata, diputado a la AN por Causa R, acusa que "el narcotráfico y la corrupción vencieron al Gobierno", al referirse a las 31 maletas con 1.382 kilos de cocaína embarcados en Maiquetía en la línea Air France. En los últimos meses han salido desde Maiquetía 19 cargamentos de cocaína descubiertos en aeropuertos europeos (EN 25-09-13).
Esta es la herencia recibida por Maduro, personaje sin atributos, ni conocimientos para gobernar, que actúa como un elefante en una cristalería, como prueban los incidentes de esta semana con EEUU. Maduro está atrapado por su ineptitud y la corrupción que dice combatir. Da vergüenza su gira por China, cargado de hijos, nietos, sobrinos y otros parientes (hasta a la "yerna" como narra Bocaranda), además del detalle burgués de llevarse cocinero y estilista, justo cuando las reservas internacionales están en picada, no hay $ para alimentos y medicinas (como prueba el intento de pagar con bonos los $ 600 millones en alimentos que enviaría Colombia), mientras 395 mil viejitos de la misión "Amor Mayor" no han recibido su pensión y a las escuelas oficiales no ha llegado el Plan de Alimentación Escolar.
Maduro declaró que "tenemos el diputado 99, ustedes saben para qué". Sería Carlos Flores, suplente de la Dip. por Monagas, María Aranguren, a quien inhabilitarían y asumiría Flores su curul. A Flores le devolverían su finca que le confiscó el gobierno (con la que mantenía a su familia) además de tener "problemas con la salud de su padre" (EU 27-09-13). Esa es la vomitiva moral de aquella nonata revolución bonita hoy devenida en un muladar donde chapotean la institucionalidad, la democracia y el futuro de Venezuela.
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