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domingo, 6 de octubre de 2013

La economía "golpeada". Por Luís Vicente León


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¿Percibe la población alguna alternativa seria, interesante y motivadora al chavismo?

LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL

No tengo forma de demostrar si las denuncias formuladas por el presidente Maduro sobre intentos de golpe económico, magnicidios, sabotajes, etc., son ciertas o falsas.

Uno podría intuir que tantas cosas a la vez no suelen pasar así, tan estructuraditas y que es una gran casualidad que ocurran varias veces, además, en momentos estelares, como una elección o una crisis económica que amenaza la popularidad del líder. Es como mucho, ¿no?

Pero el tiempo ha demostrado que esto no es una división perfecta entre los buenos y los malos, como si fuera una película de vaqueros. Aquí todos suelen estar mezcladitos y hay que tratar de evitar que nuestras pasiones políticas nos lleven directo a conclusiones "obvias"... que no son siempre ciertas.

Lo que si me queda claro es que, independientemente de si todo esto son sólo distractores para evadir por un momento los costos políticos de los errores cometidos o si en realidad existen acciones económicas y políticas deliberadas para debilitar al Gobierno, la solución de la crisis que viven día a día los venezolanos no está en concentrarse en conjurar demonios políticos, verdaderos o falsos. Para mí, oír una cadena hablando de los "golpistas", "imperialistas" y "oligarcas" y nada sobre el mercado alternativo de divisas, las negociaciones de precios, el reflote conjunto, público privado, de las empresas del Estado que están boqueando por incapacidad e improductividad o discutir qué hacer con los impactos perversos de una Ley del Trabajo que podría llamarse más bien de Destrabajo, es una terrible falta de sentido común.

Con o sin saboteo y demás yerbas aromáticas, no habrá abastecimiento pleno sin divisas fluidas y no es posible tenerlas sin liberar el mercado. No habrá aumento de la oferta si los precios están congelados por debajo de los costos de producción. No hay manera de que se incremente la oferta nacional si los proveedores estatales de cemento, acero, cabillas, empaques, aceite de palma, etc., reducen su producción y su eficiencia. Y definitivamente no se rescatará ningún equilibrio si no se combina la sinceración del tipo de cambio con una política fiscal y monetaria seria y responsable.

Mientras el Gobierno se concentra en la radicalización del debate político y busca "soluciones" al problema sólo desviando la atención de la gente, quizás los convenza por un tiempito, pero los problemas reales se agigantan exponencialmente y los distractores se debilitarán y perderán credibilidad. Y mientras más tiempo se demore la aplicación de correctivos indispensables, más costoso será salir del ojo del huracán y mas riesgos de radicalización extrema se visualizan en el entorno.

No son golpes económicos lo que preocupa a los inversionistas, ni a los tenedores de bonos venezolanos ni a los analistas y mucho menos a la gente en general. La gran incertidumbre es cómo terminará esta historia. ¿Qué hará el Gobierno para parar el crecimiento desbordado del dólar negro? ¿Qué pasará cuando, después del show político mediático contra los sospechosos habituales, los problemas no sólo estén ahí, vivitos y coleando, sino mucho peores? ¿Cómo evitará el Gobierno que el desate de la liquidez, para sostener la conexión de Maduro con las masas, no explote en inflación y presione la demanda para la fuga de capitales? Todas estas preguntas se resumen en una pregunta central: ¿Cómo sale el Gobierno de este entuerto sin que el país explote económica y políticamente por el error que están cometiendo? A la que agregaría la pregunta que más me repiten en el medio de cualquier presentación de análisis político: ¿percibe la población alguna alternativa seria, interesante y motivadora al chavismo?

Usted dirá.

luisvleon@gmail.com

@luisvicenteleon


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