HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
Hoy trataré de explicar de forma sencilla lo que ha pasado en Venezuela en estos 15 años, y por qué tenemos este caos económico.
Cuando Chávez agarra el coroto, decide poner a consumir mucho más a las clases desposeídas del país, lo cual siempre he aplaudido, y ello lo implementa a través de una serie de mecanismos para inyectarles dinero y darles comida y otras cosas, gratis o a muy bajos precios.
Antes de esto, el aparato productivo solo atendía a un sector de la población, el que podía consumir, y dado que además una buena parte del consumo se cubría con importaciones, su tamaño no era muy grande. Como ahora había que darle bienes y servicios a mucha más gente, la necesidad de importar aumentó brutalmente. Ello pudo manejarse con alguna comodidad durante algunos años debido al gran chorro de ingresos petroleros. Nótese que Chávez no le paró en absoluto (salvo de la boca para fuera) a aumentar la producción del país, es decir, no enseñó a la gente a pescar, sino que le dio los pescados, pues el Gobierno se echó encima la capuchina de tener que proveer de bienes y servicios de consumo a una gran parte de la población, sin ninguna contrapartida productiva.
Veamos qué ha pasado después de 15 años.
- Además de haberse incrementado las cosas que se daban por el aumento de las misiones, hoy hay aproximadamente un 40% más de gente, por lo que las necesidades que cubre el Gobierno han crecido enormemente.
- Chávez le declaró una feroz guerra al aparato productivo, a través de insultos a los empresarios y una serie de abusos e insensatas medidas, entre las cuales descuella la incomprensible y absurda sobrevaluación del bolívar, que llevó a la quiebra a miles de empresas, con lo cual el parque productivo se ha reducido a niveles realmente escuálidos. Para comprobarlo basta visitar algunas zonas industriales: son cementerios.
- La producción petrolera se ha venido reduciendo por el mal manejo de esa industria, lo cual ha mermado el ingreso de los $ necesarios para importar.
- Para complacer su ego de paladín de Latinoamérica, Chávez le dio a los países gobernados por sus panas petróleo barato con financiamientos golilla y otros regalitos, con lo que se ha mermado aun más el ingreso de $.
En resumen: menos producción nacional, menos recursos para importar lo que falta y muchísimo mayores necesidades que cubrir.
Consecuencia impelable: los $ que entraban se hicieron insuficientes, por lo que se recurrió a un profuso endeudamiento externo, lo cual, como en Grecia, corrió la arruga por un tiempo, pero llevó la deuda venezolana a ser quizá la más cara del mundo, algo inaudito, y ya no podemos conseguir prestado lo que se necesita para seguir con la manguangua que teníamos, y como además ahora hay que pagar la abultada deuda, la gata se montó en la batea.
Así que caímos en una trampa sin salida. El Gobierno simplemente ya no puede darle a sus habitantes lo que le daba; es físicamente imposible, por lo que estamos condenados impepinablemente a una bochornosa peladera tal que, lamento decirlo, si se toman las medidas correctas, cosa imposible con las lumbreras que nos gobiernan, tomaría un montón de años superar. Esta peladera se manifiesta con escasez, inflación, quiebras, etc.
Dependiendo de las medidas que se tomen, unos sectores van a pelar más que otros. Si p.ej. las lumbreras se empeñan en bajar mucho el $ del Sicad II y el paralelo, tendrían que usar tantos $ para ello, que dejarían sin comida a las clases populares; y así, como cuero seco. En otras palabras, no le queda ahora a este preclaro gobierno sino repartir la peladera, lo que seguro van a hacer con la mira de no perder votos, así que estimados lectores, vayan apretando el que te conté, porque lo que viene es eneas. Lamento este bañito de agua fría, pero no puedo decir otra cosa.
herbert_hudde@yahoo.es
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