HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
Los números son claros: como escribí hace unos años en mi primer artículo, cuando los países comunistas de Europa se pasaron al capitalismo, estos producían en promedio $2.000 per cápita por año, mientras que los países que ya eran capitalistas producían $23.000; una diferencia abismal que prueba la enorme superioridad del capitalismo sobre el comunismo, o socialismo económico (ambos son lo mismo).
Pero además, los países europeos capitalistas viejos eran y son muy socialistas en lo social (que no en lo económico): educación y salud totalmente gratis de gran calidad para todos, amplia protección contra el desempleo, excelente atención a la tercera edad, etc. Es decir, combinan una alta productividad con una alta conciencia social, con lo que el resultado es un alto bienestar general.
Resumiendo, es claro que el capitalismo es mucho más beneficioso para todos, no solo en lo económico, sino en todo.
Ahora bien, al menos en este país, uno ve que los socialistas (chavistas e izquierdistas en general) vociferan en todas partes que el capitalismo es el causante de todos los males de la humanidad, de la destrucción del planeta, de que los malvados empresarios le chupen la sangre a sus trabajadores, etc., y que el socialismo es el salvador del mundo, el que nos va a dar a todos la felicidad suprema, y demás bolserías por el estilo. Pero del lado de los capitalistas solo se percibe un pesado silencio, cosa para mí realmente enigmática y preocupante. Prácticamente nadie defiende al capitalismo.
¿A qué se debe esto? Los partidarios del socialismo atacan al capitalismo enfatizando que en ese sistema lo que guía al ser humano es el afán de lucro, lo cual es cierto, mientras que en su socialismo lo que lo guía es el amor, la solidaridad, el predominio de lo colectivo sobre lo individual, y demás melosas paparruchadas que no convencen a nadie y resultan hasta ridículas. Como confesar que uno quiere lucrarse suena egoísta, y decir que uno ama a los demás suena muy bien, creo que esa es la razón de que los adeptos al capitalismo no lo defienden abiertamente. Pues bueno, yo no tengo problema en hacerlo, ya que estoy convencido de que lo que el socialismo-comunismo le ha dado a la humanidad, en el balance, porque todo tiene su lado bueno y su lado malo, es claramente negativo.
Cierto que lo que guía a la gente en el capitalismo es el afán de lucro, pero ese lucro debe obtenerse, no robando, ni choreando, sino en buena ley, brindándole a la sociedad buenos productos o servicios a buenos precios, y esa es la clave de ese sistema, pues si alguien hace algo que beneficia a la colectividad, ésta lo premia haciéndolo rico, así que convergen ambos intereses, conformando una situación de ganar ganar beneficiosa para todos.
Quizá el argumento preferido por los socialistas en su ataque al capitalismo es la existencia de ricos, los cuales, aunque todos queremos serlo, según Chávez son todos malucos, y es que es imposible que los partidarios del comunismo entiendan que los ricos son la base del progreso de los países, lo cual explico de seguidas.
Cuando X gana mucho, claro que goza una y parte de la otra dándose buena vida, pero una parte de lo que le sobra lo invierte, p.ej., en una industria; ésta da empleo a una pila de gente, le brinda un producto a la colectividad, colabora con la comunidad, paga impuestos, etc. Entonces, ¿qué te importa que gane plata, si con parte de esa ganancia va a invertir en otra industria y así el bienestar colectivo seguirá creciendo? Ojalá en Venezuela hubiese muchos más millonarios que los que hay, pues el país estaría mejor.
Por eso considero nefasta esa actitud de los ultrosos que dicen que las transnacionales "solo han esquilmado al país sacándole todos sus reales", y no ven lo que han contribuido a nuestro desarrollo, generando empleos de calidad, brindando buenos productos, pagando impuestos, etc.
Pero claro, las gríngolas son buenas solamente para los caballos.
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