Fausto Masó / El Nacional
Como Venezuela no hay otro país, tan infortunado, claro. Del desastre actual solo se están salvando los bachaqueros y los que tiene muchos dólares.
El país se suicidó. “Venezuela habrá perdido para final del año y con respecto al año 2013 más de una tercera parte de su PIB por habitante, sin contar los estragos que la crisis económica ha venido causando en el poder de compra y en la calidad de vida de la población”.
Rara vez se tiene la oportunidad de presenciar el suicidio de un país, aprovechen los que viven en Venezuela para ver de cerca el asombroso proceso de uno que destruye sus industrias, acaba con su agricultura, obliga a los jóvenes a huir al extranjero.
Venezuela es el único país del mundo con inflación de tres dígitos (con escasez de alimentos y medicinas por encima de 50%, y con “bachaqueo”. La encuesta de condiciones de vida, Encovi, conducida por tres universidades nacionales, calcula que 73% de los hogares en Venezuela ha caído por debajo de la línea de pobreza. Dos años antes, en 2103, la porción de los hogares en situación de pobreza estaba en solo 31%.
El Fondo Monetario Internacional acaba de señalar que la economía venezolana estará registrando una caída del producto interno bruto de 8%, el mayor retroceso de cualquier país a escala mundial y tres años consecutivos de contracción económica
Llegó la hora de pasar hambre.
Todo esto gracias a que durante los últimos 15 años Venezuela recibió recursos infinitos que empleó con una tenacidad desgraciada en cavar cada vez una fosa en medio de la indiferencia del resto del mundo al que no le importa nada lo que les suceda a los venezolanos después de que estos, durante muchísimos años recorriendo los continentes, ha ayudado a los pobres auxiliando revoluciones. No nos agradecen nada, ni siquiera nos aconsejan que el último que se vaya apague la luz.
Toda esa catástrofe ha sido obra de militares y que inventaron el socialismo del siglo XXI, el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), que durante años recibió cualquier cantidad de dólares. Asombrosamente, los venezolanos no reconocen todavía que el período más brillante, honesto, productivo, de la historia ha sido el de los presidentes democráticos. NO ha habido gobernantes militares como Betancourt, o el mismo Pérez.
Nicolás Maduro “recurre a las empresas de seguros: el pasado 18 de marzo el presidente emitió el decreto 2250, publicado en la Gaceta Oficial 40872, donde ordena que las compañías de seguros, de medicina preparada, cooperativas que realicen actividad aseguradora y administradoras de riesgos, deberán depositarle al Fonden un aporte anual equivalente a entre 1% y 3% del monto de las primas de las pólizas de salud”.
El Fonden ha recibido 135.000 millones de dólares.
Hoy faltan las medicinas, una escritora dice: “Yo misma, que padezco distonía mioclónica, me veo afectada y al no conseguir mi medicamento tiemblo y tartamudeo cada día más”.
Afirma Antonio Pestana, presidente de Fedeagro: “En el caso del azúcar que estuvimos muy cerca de ser autosuficientes, actualmente la producción se ubica en 30%”.
Vendemos la harina precocida a 19 bolívares, cuando los costos de producción se ubican entre 90 y 100 bolívares.
Según la Asamblea Nacional en los últimos 5 años se destinaron cerca de 30.000 millones de dólares en inversiones para recuperar la infraestructura termoeléctrica. Pero una buena parte de las obras no se terminó. En otros casos los equipos instalados eran obsoletos, de segunda mano y nunca generaron energía. La situación actual es que las 2 mayores platas termoeléctricas del país, Planta Centro y Termocentro, no están generando energía.
Si el país se propusiera una meta de crecimiento de 3% para el próximo año, requeriría una disponibilidad de 5.400 megavatios y no tiene de dónde sacarlos.
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