GUILLERMO GARCÍA | EL UNIVERSAL
En la pasada entrega, les ofrecía a los lectores mi recomendación sobre las posibles acciones que podría tomar el Ejecutivo Nacional y el BCV, en relación al establecimiento de un nuevo esquema cambiario múltiple (3 tipos) y de posibles escenarios. El gobierno nacional ha dicho que orientaría a través de Cadivi las divisas a los sectores que se consideren prioritarios (alimentos, salud, medicinas,) en la asignación de dólares al tipo de cambio oficial de 6,30 y de otros esquemas complementarios. Considero que nuevamente es pertinente plantear una opción que he sugerido para que los agentes económicos y ciudadanos estén al tanto de las alternativas existentes fuera de Cadivi.
El venedólar sustituto del Sitme y Sicad
Ante la imposibilidad de levantar el control de cambio, y la eliminación del Sitme; propongo sustituir dichos esquemas a través de la posibilidad de establecer un mercado múltiple de cambio, que procure una mejora de la oferta de divisas y una alternativa para flexibilizar el mercado cambiario y hacer mucho más eficiente y económicamente más racional la adquisición de dólares en un esquema de cambio múltiple, el cual uno de ellos, sería a través de la implementación del Venedólar en la Bolsa. Bajo este esquema, se le brinda al mercado cambiario una alternativa transparente, rápida y segura para las operaciones en sustitución del Sitme y el Sicad.
¿Por qué de su nombre y cómo opera?
El Venedólar recibe su nombre a que la compra–venta de dólares está sustentada en la negociación en la Bolsa de Bonos de la Deuda Pública o Pdvsa, denominada en dólares que han sido emitidos en los últimos años por el ministerio de Finanzas y Pdvsa, y que se encuentran en circulación. Dentro de los Bonos que conforman el esquema están los bonos con diferentes años de vencimientos y con diferentes diferenciales de descuento, tasas de interés, vencimiento y rendimiento al vencimiento (Yield to maturity) que se cotizan y negocian hoy en los mercados de valores internacionales.
Mediante el mecanismo del Venedólar, el vendedor (BCV, Fonden, Banco del Tesoro; Pdvsa, ministerio de Finanzas), y ampliando la oferta para incluir a los inversionistas privados tenedores de bonos y entidades bancarias públicas y privadas; ofertarán los títulos en dólares en la Bolsa, luego se negocia el bono en el mercado y el comprador le cancela el equivalente en bolívares, y se transfieren los dólares; o a petición del cliente comprador, la Bolsa traspasa los títulos a la cuenta del cliente en la Caja Venezolana de Valores, para que el cliente traspase la custodia a su casa de Bolsa del extranjero para su negociación posterior y las divisas son depositadas en la cuenta que el comprador tiene abierta en un banco en el exterior.
Es importante aquí señalar varios elementos: Tanto para el vendedor como para el comprador, la operación es transparente, efectiva y de ejecución inmediata. En este sentido, la Bolsa de Valores se encarga del proceso de comprar y vender el bono, por lo que el comprador recibe sus dólares o bonos, y el vendedor sus bolívares. Otro elemento importante es que la negociación de los bonos no modifica la paridad fija de Bs. 6,30 establecida por el Gobierno, lo que sí va a determinar el monto a cancelar en bolívares por el comprador, será el precio de negociación o cierre de cotización del bono en el mercado local con referencia de negociación del bono en el mercado internacional, más los intereses acumulados hasta la fecha de negociación del bono.
El manejo de las operaciones de mercado secundario de títulos de la Deuda Pública Nacional se debería efectuar mediante un enlace entre el Sistema Integrado Bursátil Electrónico (SIBE) y del Sistema Integrado de Custodia Electrónica de Títulos (SICET) del Banco Central de Venezuela para llevar el control de las operaciones que se realizan y respaldadas por bonos.
Beneficios de la implementación del esquema del Venedólar
Permite una válvula de escape para la obtención de divisas para todas aquellas importaciones que no reciban dólares preferenciales vía Cadivi, particularmente pequeñas y medianas empresas, a través de un esquema transparente y ordenado en la formación de los precios y centralización en la Bolsa de Valores de todas las operaciones que se efectúan y en su medio natural de intermediación bursátil, como lo es la Bolsa.
Sirve además, como mecanismo para la repatriación de capital, utilidades y pagos de regalías de los inversionistas extranjeros en una forma más expedita y segura, ahorrándole divisas al país, que de otro modo se verían reducidas por la erogación de este concepto, afectando nuestros niveles de reservas internacionales.
En consecuencia, el Gobierno debería evaluar seriamente este planteamiento de negociación de los bonos venezolanos en dólares en la Bolsa, para buscar fórmulas de flexibilización del sistema cambiario.
Asesor Financiero
Candidato AMDP Harvard University
finanzasaldia@gmail.com
@asesorfinaciero
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