viernes, 23 de agosto de 2013
Q.E.P.D. Globovisión, ¿y ahora?. Por Daniel Lansberg
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DANIEL LANSBERG RODRÍGUEZ | EL UNIVERSAL
El viernes por la noche, mientras los Yankees destrozaban a las Medias Rojas, y Egipto seguía su descenso hacia una posible guerra civil, aquí en Venezuela murió Globovisión. Con Leopoldo Castillo y los demás escapó su último suspiro de vida y relevancia. Aunque -a diferencia de RCTV- la señal de Globovisión seguirá trasmitiendo – no será nada más que un TVES 2.0.
A pesar de que la pérdida del último canal de televisión independiente lleve años prevista, el conocido refrán de la "guerra avisada" no aplicó. Muchos amanecimos el sábado con una profunda tristeza exacerbada por agudos sentimientos de indignación, furia e impotencia. Parece increíble cómo aún nos pueden conmover despedidas, como la que nos dio el irremplazable Ciudadano Castillo, a pesar de haber visto tantas durante estos años. Sin embargo, aunque lamento la pérdida, no he perdido la esperanza.
Nuestro régimen lleva años sin poder defender sus ideas a través de argumentos racionales. Ahora, despojados de su líder carismático -quien por años logró conquistar al razonamiento, a fuerza de personalidad- buscan preservar sus políticas indefendibles a través de imponerle el silencio a la crítica. Reporteros sin Fronteras, una conocida ONG internacional que mide libertad de prensa alrededor del mundo, han documentado la pérdida de la misma en Venezuela. Colocándonos, actualmente en la posición #117 entre 179 países. En el 2002 éramos el #77.
Sin duda, al controlar las señales de televisión, algunos de nuestros gobernantes creen haber logrado controlar al discurso nacional. Sería capaz de darles la razón, si aun estuviéramos en la época Stalin, Fidel o Kim Jong-Il. Pero el mundo ha cambiado, y a mis compatriotas revolucionarios, les informo que han llegado demasiado tarde a la fiesta.
Los medios tradicionales de Venezuela llevan años en plena caída libre, y entre estos ninguno ha perdido más relevancia que la televisión. No hace mucho, VTV era el único canal de televisión estatal. Pero hoy el gobierno controla directamente a otras cinco estaciones, y a pesar de que los canales más vistos -Venevisión y Televen- continúen siendo privados, estos han claramente priorizado cubrirse sus espaldas -y los bolsillos de sus "inversionistas"- por encima de sus responsabilidades con el público venezolano.
A pesar de que Globovisión haya sido un símbolo potente, seamos honestos respecto a su verdadera función recientemente en nuestras vidas: entretenernos. Ofrecernos discursos y análisis que ante todo buscaban reivindicar y reforzar nuestras creencias, un contrapunteo al Aló Presidente o La Hojilla.
El venezolano de hoy se informa a través del chisme, facilitado cada vez más por plataformas tipo Twitter, Facebook, BBM y WhatsApp. El problema del venezolano actual ya no es el acceso a la información. Estamos apabullados por información a todas horas. Lo difícil es saber navegar el océano de rumores e insinuaciones infundadas para encontrar la rara islita de verosimilitud.
Este era la verdadera función de Globovisión: no informar, sino confirmar. A través de su cuenta de Twitter, y hasta cierto punto su canal, Globovisión nos corroboraba la veracidad del rumor que probablemente ya habíamos escuchado -una responsabilidad importante, pero no única, y para nada irremplazable.
Mientras que los medios nuevos llevan sus propios peligros, resultarán ser mucho más difíciles acobardar o silenciar. El gobierno no podrá tan fácilmente imponer su política de asesoramiento bruto sobre compañías internacionales basadas en el exterior, y no podrán censurar cuentas individuales sin bloquear a la página en general.
¿Se imaginan si lo llegaran a intentar?
Dear President of Twitter, I hope you are well. I am a president too. Kind of. :-) Please do me a big favor and cancel the following accounts: @hcapriles, @nelsonbocaranda, @comandosb. They are traitors and "golpistas" (golpists?) who say bad things. Thanks & Regards, N. Maduro ("President" of Bolivarian Republic of Venezuela)Good luck with that... La única alternativa sería prohibir estos nuevos medios por completo, como se ha hecho en China e Irán. Pero sospecho que esto generaría demasiada ira dentro de la propia base política del gobierno para ser viable. Los que apoyan el oficialismo están igual de conectados que la oposición. ¿Cuántos seguidores tenía Chávez? Además, un paso así le señalaría al mundo nada menos que el abandono total de cualquier antifaz de que aun existe la democracia en Venezuela.
Globovisión merece ser celebrada en nuestras memorias, por haber cumplido su crucial función mientras que esa función aún tenía importancia. Se lo agradecemos. Pero ya que el gobierno nos ha quitado la muletilla, tendremos que aprender a correr por los nuevos medios. Sin nuestras rueditas de apoyo, nos acostumbraremos a movernos en esta tierra extraña. El terreno es difícil navegar, pero al menos el campo es plano. No dudo que, a la larga, ganaremos la carrera.
@Dlansberg
