TOMÁS SOCÍAS | EL UNIVERSAL
Con la publicación del nuevo convenio cambiario y el inicio del funcionamiento del Sicad II, llegó la devaluación que está oculta, porque esa palabra no ha sido usada por el Ejecutivo. No obstante, estos mecanismos ocasionarán un aumento importante en el tipo de cambio promedio ponderado que se usa para las importaciones.
No estamos criticando estas medidas, puesto que desde esta tribuna, y desde hace meses, veníamos pidiendo el ajuste de la divisa, porque el tipo de cambio a 6.30 bolívares por dólar ya era insostenible. Tanto así que la proporción de las importaciones canceladas a 6,30 bolívares, fue considerablemente bajo. Por otro lado, hay que aclarar que si se suman esas cancelaciones, más las asignaciones hechas a través del Sitme, el Sicad y el mercado paralelo, el año pasado hubo un tipo de cambio promedio ponderado de 9,87 bolívares.
Para este año, ese promedio podría aumentar a 24 bolívares por dólar, lo cual implica de por sí una devaluación de casi 140%.
Vamos a calcular: la mitad de las importaciones se efectuarán este año a 6,30 bolívares por dólar. Por otro lado, a través del Sicad, que se ubicará hasta en 15 bolívares por dólar, se hará al menos 9,9% de las importaciones, mientras que mediante el dólar Sicad II, el cual podría llegar a 45 bolívares, se manejarán al menos otro 30% de las compras en el exterior. Y finalmente, el mercado no oficial que quedará para hacer otro 10% de adquisiciones. Claro, habrá que ver a qué tipo de cambio se llega en este último caso, porque según los anuncios del Ejecutivo, no tendrá restricciones y fluctuará de acuerdo a la oferta y la demanda.
Por otro lado, tenemos el plan de importaciones diseñado por el Gobierno que establece: que el Cencoex distribuirá 31 mil 300 millones de dólares a 6,30 y 11 mil 400 millones de dólares en el Sicad. Para el Sicad II no hay un monto pautado, pero el Ejecutivo asegura venderán "lo que sea necesario y lo que necesite la economía".
En este punto, nos aqueja una incertidumbre y es que, con los desajustes tan graves que ha sufrido la economía del país, ¿será que estamos listos para un mercado cambiario libre? Claro, nosotros estábamos pidiendo que haya un tipo de cambio libre, pero desde hace tiempo, cuando era necesario ajustarlos, para que las turbulencias que ahora nos aquejan no llegaran donde finalmente llegaron.
Por esto, nos hacemos eco de una afirmación efectuada por el profesor del Iesa, Miguel Ángel Santos: "no puede existir liberación cambiaria sin medidas consistentes en el área fiscal, monetaria, bancaria y empresarial".
De allí que desde el sector empresarial se hayan planteado medidas complementarias para que este nuevo escenario cambiario funcione y produzca la ansiada estabilización de la economía.
La única manera de que el Sicad II se concrete, porque apunta en la dirección correcta, es que no puede quedarse como una medida aislada. Tiene que ser complementada con una férrea disciplina fiscal, poner freno a la liquidez monetaria y evitar la emisión de dinero inorgánico. Igualmente, es importante que se aumente y mejore la producción nacional y para ello se requiere disminuir las importaciones públicas y privadas. Esto, con la finalidad de generar empleo.
Otra de las medidas es que el sistema de acceso a las divisas sea transparente, dinámico y que funcione sin trabas operativas. Y finalmente, el Ejecutivo debe reconocer y cancelar la deuda vencida en divisas, para que las empresas puedan honrar sus deudas con los proveedores del exterior y que éstos reanuden las líneas de crédito que finalmente han terminado por frenar la producción y tienen los anaqueles vacíos.
tsocias@cantv.net
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