¡Con Venezuela, con la Madre María Luisa Casar, con esos miles de héroes anónimos: mis lectores!..
CARLOS DORADO | EL UNIVERSAL
Este miércoles 12 de noviembre, bautizaremos el libro: "Cartas a un hijo", editado por Ediciones "B", y prologado por mi amigo: Nelson Bocaranda; uno de mis primeros clientes, cuando comencé mi vida empresarial "pateando calle".
El prólogo, es inmerecido: "Las cartas, podrían fácilmente recordarnos las fábulas de: El libro de las virtudes de William J. Bennett. Responsabilidad, amistad, trabajo, coraje, perseverancia, honestidad, son alguna de las enseñanzas que nos dejan las líneas "doradas" de sus epístolas".
El libro nació un día hablando con uno de mis hijos: Carlos Eduardo, quien me dijo: "Papá, ¿por qué no me escribes una carta con tus consejos, tus recomendaciones, tus experiencias en la vida, y las enseñanzas que recibiste de tus padres?". Tremendo ejercicio y responsabilidad, para cualquier padre que trate de transmitirles algo a sus hijos.
Así comencé a escribir una larga carta, sobre las reflexiones de un padre, inspirado en sus padres, y con un poquito de sentido común. "Carlos, nunca le tengas miedo al camino, tenle miedo a no caminarlo", "Viví con ellos en una habitación de una pensión. No teníamos casa, pero teníamos hogar", "En la vida hay que morirse joven, lo más tarde posible", "La felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer lo que se hace", "No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita" ,"Cuídate del éxito, es el mayor enemigo", "Hay que aprender a vivir en la oscuridad, para poder apreciar la luz", "Lo que realmente te va a dar mérito es continuar cuando ya no puedes más", "Pasión por la vida", "Hay humillaciones que tienen más dignidad que las mismas victorias"... Tantas frases, que hoy de adulto me hacen reflexionar, y son mi guía por su profundo y sabio contenido.
Un día pensé: ¿por qué no publicarlas? Fui a visitar a mi amigo Elides Rojas de El Universal, y abusando un poco de su amistad le dije: "Elides, quiero volver a escribir sobre las enseñanzas de mis padres". Me respondió: "comienzas la próxima semana". Estoy seguro, que me dio esa concesión, por todos los años que había escrito. Saliendo de allí, le comenté a un amigo que volvía a escribir. "Carlos, ¿para qué? El país está muy polarizado. ¡Vas a tener que estar o con el gobierno o con la oposición!". Lo miré y le dije: "Nada de eso, voy a escribir de los productos más escasos en nuestro país: principios, valores, moral, trabajo". "¡Carlos, no te va a leer nadie!, la gente quiere crítica pura y dura".
Cuando publiqué "El cura de mi pueblo quiere arreglar la iglesia", los derechos del mismo fueron para Don Justo y su iglesia; y hoy me siento feliz de esa iglesia de mi pueblo, casi una catedral. Fue mi mejor inversión: Don Justo me encomienda todos los días a Dios, y créanme que lo escucha.
Los derechos de este próximo libro "Cartas a un hijo", serán para la Fundación Madre María Luisa Casar, una monjita que con una gran pasión y vocación, le da educación y comida a cientos de niños, en el Barrio "La Bombilla", de Petare. Con la ayuda de Don Justo y su conexión con Dios, y con ustedes, mis lectores; cuidado y no terminamos haciendo la universidad Madre María Luisa de Petare, para que pueda seguir construyendo futuro.
"¡Carlos no te va a leer nadie!". ¿Con el gobierno o con la oposición?
¡Con Venezuela, con la Madre María Luisa Casar, con esos miles de héroes anónimos: mis lectores; y con la esperanza, de que este humilde libro, desde este miércoles en todas las librerías a nivel nacional, contribuya un poco con el futuro de nuestro país!
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