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martes, 21 de abril de 2015

Breve diccionario presidencial. Por Énder Arenas


ENDER ARENAS / VERDADES Y RUMORES

(Solo para uso en cumbres y foros)

En días recientes el presidente Maduro ha sorprendido a más de uno, especialmente, a periodistas y mandatarios extranjeros por el uso del lenguaje, usando algunas palabrejas de poco uso, especialmente, en ciertos lugares. A nosotros los venezolanos, no nos sorprendió, pues fuimos desflorados (caramba, me dan unas ganas de decir desvirgados, pero puede sonar un poco feo) desde el punto de vista del habla y de la conversación en lugares públicos y no privados e íntimos, fue un celebre intelectual, uno de los mas grande, que nos dijo que los venezolanos éramos unos rolos de “pendejos”.

A partir de allí, todos nos consideramos con libertad para insultar mediante cualquier palabreja, expresiones de naturaleza escatológicas, expresiones xenófobas, sexistas, etc. a cualquiera que consideremos una persona que nos desagrada, que piense distinto o que queramos desacreditar, digamos porque se nos opone en algún evento electoral.

Alguna vez, después de un proceso electoral, un presidente, que había perdido la consulta grito: “Uds. Han obtenido una victoria de mierda”. En aquel lejano tiempo, los voceros de aquel presidente lo justificaron diciendo que había empleado una palabra que si bien tenia un olor algo fétido era legitima, pues un nobel de literatura la había empleado en una gran novela.

Andando el tiempo, el presidente Maduro heredo de aquel presidente no solo la silla del gobierno, sino también se hizo cargo de las palabrejas que aquel usaba y se ha dedicado a emplearlas en lugares un tanto impropio. Recientemente empleo la palabra “encabronao” y dijo que en Venezuela no era mala palabra.

Preocupado por lo que pueda pensarse de nosotros los venezolanos de seguir en esta actitud nuestro principal locutor, es decir el presidente, voy a sugerirle un brevísimo diccionario, llamémoslo situacional. Es decir indicarle según el país que vista las expresiones que no puede usar, para no ser mal entendido.

Veamos, si el presidente Maduro, visita por ejemplo, México, no puede dirigirse a la señora del presidente Peñas Nieto, en ocasión de la cena protocolar ofrecida por el presidente de ese país: “Señora, me gustaría comerme su bacalao, ahora mismo”, no lo diga señor presidente, porque le esta diciendo que se le quiere comer la vagina. Igualmente, si u se dirige a la misma señora diciéndole, hablando de la inestabilidad política del país, por culpa de lo que Ud. llama escuálidos: “tengo el arma apuntándoles” puede ser mal interpretado y hasta se puede oír que u la esta apuntando, a ella, con su órgano viril, esto le puede valer un soberano carajazo del señor Penas Nieto.

Así, que Ud. debe estudiar con cuidado los decires de cada lugar donde lo inviten, pues Ud. es muy amigo de hacerse de esas palabras que oye en lo lugares que visita para enrostrársela a los opositores suyos en el país, verbigracia la expresión ecuatoriana: “pelucón”

Sigamos, si por ejemplo, para limar las asperezas lo invitan de España y en una cena con los reyes de España, Ud. no puede dirigirse a la princesa Lucrecia y decirle “ Están muy buenas sus pechugas”, no puede, señor, presidente, porque se esta refiriéndose a sus senos o a sus tetas como las conocemos por aquí.

Por favor no crea que a Ud. solo le suceden estos malos entendidos, Ud. no sabe lo que los cubanos pensaron del Dr. Caldera con aquello de “rolo a rolo tolete a tolete”, especialmente por la palabra “tolete”.

Y por ultimo, aunque podíamos escribir cien paginas, no se le ocurra si por un caso tiene que ir a México, presidente no se le ocurra, si tiene hambre decirle ala hermana o a la mujer de algún dignatario: “me gustaría comerme un bistec”, por amor no lo diga señor presidente, pues, podría sobrevenir una ruptura de relaciones diplomáticas con ese país.

En todo caso, después de pensar bien las cosas “encabronao” no esta tan mal, horrible hubiese sido si se le hubiera ocurrido decir: “arrecho”, “cachilo”, “caliente”, “emputado” y “emputecido”, seguramente, los bolivianos, los peruanos, los ecuatorianos y los chilenos le hubiesen llamado vulgar.

@RojasyArenas


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