"Dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena... pero ésta no es tan ajena"
CAROLINA JAIMES BRANGER | EL UNIVERSAL
Argentina, 1982. Un año antes un militar, Leopoldo Galtieri, había sucedido a otro militar, Roberto Viola, ambos pertenecientes al Proceso de Reorganización Nacional, el nombre oficial de una dictadura militarista, corrupta e inepta instaurada por Jorge Rafael Videla. La inflación anual había alcanzado el 90%, el desabastecimiento estaba generalizado y la recesión era profunda. Buena parte de la actividad económica estaba paralizada. La clase media cada día amanecía más pobre por la generalización del IVA, el brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, y los salarios reales cada vez más depreciados. La pobreza de uno de los países más ricos de América del Sur, que a principios del siglo XX era una de las economías más prósperas del mundo, aumentaba "a paso de vencedores".
El descontento se reflejaba todos los días de muchas maneras. Los ciudadanos se quejaban de la escasez, de los altos precios, de la dificultad de conseguir bienes de primera necesidad. Quienes una vez creyeron en "el proceso" estaban absolutamente desengañados y desesperanzados. El régimen temía que estallara de un momento a otro una revuelta social de grandes dimensiones.
Uno de los miembros de la junta de gobierno, el almirante Jorge Anaya, tuvo la idea de usar la "patria" como excusa para distraer la opinión pública de los problemas que la aquejaban. Y qué mejor que reclamando la soberanía sobre las islas Malvinas, otrora un importante puerto ballenero, que habían sido ocupadas sucesivamente por varios países, siendo el último el Reino Unido. Anaya pensó que de esa manera crearía un sentimiento nacionalista y la gente se olvidaría de los problemas, cosa que logró. Pero dentro de sus cálculos no estaba la respuesta de los británicos. De hecho, jamás pensó que responderían militarmente, porque la base que tenían en las islas había sufrido recortes presupuestarios. Además calcularon que Estados Unidos los apoyarían como país americano, pero éstos se volcaron hacia su madre patria.
El 2 de abril estalló la guerra que terminó el 14 de junio con el triunfo del Reino Unido, un saldo de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles de las islas muertos y la caída del régimen militar. Volvió la democracia a Argentina.
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia...
@cjaimesb
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