Parece que en la sociedad actual, hay una búsqueda por la satisfacción rápida y sin descanso
CARLOS DORADO | EL UNIVERSAL
Hoy en día, vivimos tiempos donde lo deseos prevalecen sobre la moral; y una buena parte de la respuesta, está en la redes sociales; especialmente para aquellos que solo buscan sexo, y que huyen de la afectividad, del compromiso, y del amor.
Una aplicación, permite sin grandes esfuerzos, identificar y comunicar a las personas que estén inscritos en esta página en un radio de varios kilómetros, con el objeto de que puedan conocerse. Para esto, la aplicación publica la foto y el perfil de la persona, siendo ello elaborado por la misma persona.
Si una persona, al ver el perfil le da a "conocerte", inmediatamente lo recibe la otra persona, y si a ésta le agrada la foto y el perfil, le da al "OK". A partir de este paso, la aplicación ya hizo su trabajo: que dos desconocidos entren en contacto y puedan así iniciar una relación.
Una relación, que según las estadísticas casi siempre termina en la cama, y que dura un par de horas, y a lo sumo un par de encuentros. Debido al éxito de esta aplicación, y a la cantidad de usuarios que está captando, permite que haya numerosas posibilidades de muchos encuentros.
Hay que tener muy poco aprecio por los sentimientos, por el verdadero amor, y por una relación estable; para salir a modo de "supermercado" a comprar el sexo; sin compromisos, sin precio, y expuesto abiertamente en un restaurante, o en una fiesta; en una carrera sin fin para satisfacer los instintos básicos.
¿Para qué saber su nombre, o su vida, o lo que le gusta? Si están inscritos en esa red de contactos, es porque ambos, sin engaños, tienen un solo objetivo: disfrutar, como si se tratase de un buen vino. Con ello, elevan así a la categoría de profeta a Bauman el filósofo polaco que escribió una serie de libros, concluyendo que vivimos un tiempo en el que los deseos deben prevalecer sobre los compromisos.
Pareciese que a falta de moral y de amor, dos ingredientes que nuestros padres consideraban muy necesarios en toda sociedad que se precie de tener principios, puedan ser erradicados sin que cambie el sabor de la comida. Todo vale, todo sirve, y todo ensayo que satisfaga uno de los instintos más básicos del ser humano: el sexo, ha de ser recibido y aplaudido como lo que es: ¡un placer!, y cuanto menos compromisos cree, cuanto más fácil sea, y cuanto menos impedimentos materiales y morales tenga; mejor aún.
Las reglas están claras en esta nueva aplicación, y en esta nueva sociedad: la inexistencia de obligaciones, la falta absoluta de sentimientos que puedan obstaculizar lo que se busca: ¡placer!; y donde hasta la seducción termina sacrificada. Algo así como un cigarro, que se disfruta mientras se fuma; pero una vez terminado se bota al suelo, en espera de prender otro.
Parece que en la sociedad actual, hay una búsqueda por la satisfacción rápida y sin descanso; y está logrando ser solo carne, eliminando la moral y los sentimientos, para que así la voracidad por el pecado no se castigue, sino que se premie.
Están comenzando a ser historia aquellos tiempos de cortejo, de conquista, para darle paso a la inmediatez, y donde dos personas sin amarres, sin sentimientos, sin lealtades, y sin culpabilidades: buscan el placer, no el amor, y el disfrute en vez del compromiso. Sin ataduras, sin remordimientos y ayudados por este tipo de redes sociales, desaparecen los valores y lo afectivo-emocional
¡Un simple programa, unas fotos, y un perfil son elementos suficientes para que unas redes sociales lo pongan cada día más a mano, más rápido y más fácil!
cdoradof@hotmail.com
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