Fausto Masó / El Nacional
El último error es el irreparable y, por tanto, el peor, el que abre las puertas al final y permite descabezar a la víctima. Al nombrar a Aristóbulo vicepresidente Nicolás Maduro invitó a sus enemigos a sacarlo de Miraflores. Ya hay un reemplazo en Miraflores y en el chavismo, un vicepresidente con un peso político. Antes con Arreaza se saltaba a lo desconocido, con Aristóbulo hay mil razones para librarse de Maduro y ganar tiempo, la primera necesidad del chavismo. Otra vez Nicolás Maduro demuestra su falta de perspicacia política, nombrar a Aristóbulo fue pegarse un tiro en la sien. Hoy a Maduro lo mantiene solo en Miraflores la inercia, la suerte y la flojera de sus enemigos, empezando por el letargo que domina a la oposición.
Falta electricidad, el agua escasea, la economía se precipita por el precipicio El zika toca la puerta el petróleo se aproxima a los 20 dólares por barril, apagan los centros comerciales. Amuay se paraliza, estamos al pasar hambre toda, enfermarse se ha vuelto morirse por falta de medicina. Esto se lo llevó quien lo trabajo.
¿Qué hace Maduro? Nada. Chávez cuando vio próxima la muerte, el cáncer le toco a la puerta, invocó al Espíritu Santo. Maduro, marxista leninista que aprendió su catecismo en la Habana no hace nada. Ni siquiera viajar a la isla. Su propia gente sabe que hay que ponerlo a un lado para salvar al chavismo, mientras más pronto mejor, porque si Maduro permanece demasiado tiempo en Miraflores en su caída arrastrará al chavismo.
¿Es posible un chavismo sin Maduro? Claro que sí, al contrario, solo es posible un chavismo sin Maduro. En cambio, sin Chávez el chavismo entró en agonía
La oposición cuenta con la enmienda y la constituyente para librare de Maduro solo que al oposición todavía no está unida, aunque en esta última semana se vislumbra un acuerdo para librarse del inquilino de Miraflores.
Por el chavismo simpatizan millones de venezolanos, muchos de ellos abandonaron a Maduro el 6-D. No les gusta ni Cilia, Ni Diosdado y mucho menos Nicolás, saben que todo anda de mal en peor, miran el futuro con temor. Parece bien difícil que Maduro termine este año en Miraflores, pero no hay que descartar como en otras veces en la historia, con todo el mundo en contra, sobreviva porque no haya un sucesor claro, un partido o un hombre, solo que ya esto no es problema, porque Aristóbulo es un buen heredero, además por primera vez habrá un negro de verdad verdad en la presidencia. Hay constantes reuniones para lograr ese acuerdo que le de la estocada final a Maduro.
Maduro carece de defensores. Ni su familia lo quiere, pareciera. Pero cuenta a su favor que sigue ahí.
Personalmente Maduro pasa un mal rato, como cualquiera que en una fiesta sabe que todos lo quieren sacar a como dé lugar. La gente necesita que lo quieran, no soporta verse rechazado por todos, solo que en este caso no se da el paso final. Por ahora, quizá la próxima semana haya un acuerdo de cómo sacar a Maduro, una repartición del pastel.
Sus sucesores agarrarán una papa caliente. Lo ideal sería que Maduro tomara las medidas económicas necesarias y se le viniera entonces el mundo encima y a continuación lo sacaran de Miraflores. Qué papaya.
Maduro ni toma medidas ni sale de Miraflores. Pero escogió a su sucesor, nombró a quien con facilidad lo reemplazará.
¿Esa habrá sido su intención? Designó a Aristóbulo como una forma decente de abandonar Miraflores, o ni Aristóbulo ni Maduro han comprendido el futuro. A veces ocurren esas cosas, a veces la gente no ve lo que tiene frente a sus ojos, no comprende que con Aristóbulo de vicepresidente Maduro está de sobra.
Aristóbulo es el peor error de Maduro o la prueba de su buen corazón.
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