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lunes, 22 de febrero de 2016

Yo hubiera... Por José Antonio Gil


...decretada la guerra, contra el desabastecimiento y la inflación

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL

Yo hubiera... decretado otra guerra, distinta a la económica. La guerra contra el desabastecimiento y la inflación, con el aliciente de que la receta contra la inflación comprende las respuestas a esos dos retos y a muchos más. La esencia de la inflación es que sobra dinero para los productos que hay. Entonces, o se recorta liquidez (respuesta peligrosa) o se aumenta producción promoviendo la inversión.

Los incentivos a la inversión privada empiezan por dejar de satanizarla, seguidos por sincerar la regulación de precios; incentivar la construcción de viviendas populares poniéndoles precios razonables; permitir el dólar libre a los exportadores no petroleros (1984-1986) y a los turistas extranjeros; autorizar a los socios de las empresas mixtas a invertir para producir más petróleo y devolver las propiedades estatizadas. Ninguna de estas medidas requieren de sacrificios.

Otras medidas de ajuste sí implican sacrificios: devaluación, aumentos de la gasolina, electricidad, agua y transportes públicos. Ninguna de esas medidas puede ser tomada exclusivamente con una lógica económica (1989). Se necesita progresividad, pero que se cumpla. La devaluación a Bs. 10/$ es muy baja: Mantiene los incentivos a la corrupción, no protege la producción nacional ni hay divisas para seguir subsidiando el consumo con importaciones. Pero, cualquiera que sea el nuevo tipo de cambio, si la devaluación se reubica en un contexto de promoción de la inversión privada, ambas se convierte en generadoras de empleos, producción, sustitución de importaciones y de exportaciones no petroleras. Pero, si se devalúa en un entorno agresivo contra la empresa privada y con criterio fiscalista, para que el gobierno obtenga más bolívares y siga moviendo la economía por el gasto público, cualquier tipo de cambio es malo.

Sobre el precio de la gasolina no vale la pena comentar. Los aumentos en sueldos y cestatickets, si no se dispara también la producción, incentivarán la inflación. Lo contrario a lo que se busca. Son mitos que todos los ajustes imponen sacrificios y que aquellos que los requieren no tengan un lado favorable.

@jagilyepes


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