HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
En mi artículo anterior comenté las medidas económicas anunciadas por Maduro el 17-2-2016. Resumo y comento brevemente las tres que tomó:
- Aumento de la gasolina: solo le saca algo de dinero a la gente y lo mete en el bolsillo del Gobierno (no de Pdvsa). No servirá para nada: déficit de bolívares de Pdvsa y contrabando de extracción, seguirán igualitos.
- Sistema cambiario: de 4 tasas que había pasamos a 3: la preferencial, de 6,30 devaluada a 10; la del nuevo Simadi, a como le dé la gana al BCV; y la paralela, que seguirá subiendo muerta de la risa. Devaluación chucuta, que aunque dará fuerte empujón a la inflación, deja intacta la distorsionante y nocivo cantinflada cambiario que tenemos.
Aclaro que buena parte de lo referente al nuevo Simadi quedó a oscuras, así que lo anterior se basa en lo que han hecho hasta ahora repetidas veces: anunciar un sistema libre y flotante, que después no es ni libre ni flotante.
- Aumento de salarios y cestatickets: medida justa, pero problemática para muchas empresas, que sudarán para poder pagarlo. Los trabajadores disfrutarán de un par de meses de mejoría, para después hundirse más de lo que está ahora. En lo económico, no arregla nada.
¿Cuáles son los impactos positivos de estas medidas puntuales y aisladas en la economía?
¡Absolutamente ninguno!
Sigo sin entender lo que piensan Maduro y su combo económico. Veamos el panorama.
Tenemos dos grandes problemáticas:
Una, de amplio alcance, que es la de sanear las enormes distorsiones de nuestra economía, y generar las condiciones para que esta comience a funcionar adecuadamente.
Y la otra, inmediata, que es la de resolver el dramático problemón de la falta de dólares que ya comenzó a matarnos de hambre, enfermedades y penurias sin fin, y que es ultra recontra urgente desde anteayer.
Pues bien, Maduro no dijo nada concreto sobre estas dos vitales problemáticas.
Aunque sí se refirió largamente a la primera de ellas, fue solo con lugares comunes absolutamente carentes de contenido como: tenemos que derrotar al modelo rentista petrolero; hacer de Venezuela una potencia es tarea de todos; larga y soporífera descripción de los motores de la recuperación económica (que ya son 14), etc., etc., etc. Pero en concreto: ¡Nada!
Esta problemática requiere de un cambio radical del país en lo político, lo judicial, lo económico, la infraestructura física, y pare usted de contar, que honestamente, y por supuesto en mi opinión, no puede hacerlo un gobierno chavista, dadas sus ataduras ideológicas y otras razones. Lamento decirlo, pero no tengo dudas al respecto.
Lo cierto del caso es que, sea como sea, mientras esta problemática no se resuelva satisfactoriamente, el futuro que nos espera no tiene nada de halagador.
A pesar de la gravedad de lo anterior, como lo que lo puya a uno es lo inmediato, lo que me preocupa aterradoramente en este momento, y me parece inaudito, es que Maduro no haya anunciado ni siquiera que se está trabajando en el tema de cómo obtener los dólares necesarios para sobrevivir en el período que tenemos encima, que repito, está aquí desde anteayer.
No soy yo quien va a decirle al Gobierno cómo solucionar este rompecabezas, pues lo referente a la obtención de financiamiento internacional para casos como éste, es un tema que no domino, pero sí es claro que ello debe acometerse de inmediato, tanto por lo perentorio del asunto como por la inmensa cantidad de dólares que se necesita. Y aunque repito que no soy experto en el área, no creo que haya otro capaz de financiarnos en los montos y condiciones financieras que se necesitan que no sea el Fondo Monetario Internacional, y lo único que he visto es que el Gobierno lo que ha hecho es insultarlo y gritar a voz en cuello que no se va a arrodillar ante él. Si el Gobierno tiene al FMI atragantado en el guargüero, lo más sensato es que se quede tranquilo y no se ponga a vociferar defenestrándolo, pues nunca se debe decir "de esta agua no beberé", ya que los que incurren en ello lo que consiguen muchas veces es hacer el ridículo.
Por mi parte, prefiero que hagamos ese papel, a morirme de hambre, o por una enfermedad que en cualquier país se cura con una simple inyección que aquí no se consigue.
¿Qué nos espera?
Para mí que, dado lo que ya estamos cansados de ver, así como la evolución de las cosas que espero, tendremos a Maduro anunciando a cada rato que anunciará nuevas medidas; gran expectativa; luego las anunciará (habrá muchas con penas horribles para los que acaparen, especulen, contrabandeen gasolina, etc., y el resto será como las tres que mencioné al comienzo del artículo, anodinas); la situación seguirá empeorando; vendrán nuevos anuncios de anuncios; y así sucesivamente. Y por supuesto, me hago la misma pregunta que se hacen todos ustedes: ¿hasta cuándo durará esto?
Mientras tanto, para olvidarnos un poco de esta pesadilla, propongo la siguiente quiniela: ¿En qué mes el salario mínimo y los cestatickets llegarán a 100.000 Bs.?
herbert_hudde@yahoo.es
