Nelson Bocaranda Sardi / Runrun.esALTO
¿PADRINAZGO?: Dialogo con un colega experto en el tema del ejercicio del servicio público, de la administración pública. Conclusiones del encuentro: No es que Nicolás Maduro ha recurrido al general Padrino para evitar el colapso económico y político de su gobierno. No. Es que ante el definitivo colapso y sin salida alguna hacia delante del gobierno que preside, Nico ha mirado de lado y ha encontrado a un actor político que ofrece oxígeno para simplemente mantenerse en el poder. En pocas palabras, alguien que le garantice estabilidad militar. Algo muy diferente a gobernar, a desarrollar el principio de gobernanza que en el discurso del lunes 11/7 Maduro usó por primera vez, y muy notorio: de manera reiterada. En otras palabras ¡un caletrazo! En términos constitucionales y civiles -hacia donde van la casi totalidad de los países, menos Venezuela- el primer afectado resulta ser el PSUV. Un partido, una claque, una banda, un grupo revolucionario, como quiera usted llamarlo, que esa noche fue pateado por el trasero. Lo que Chávez fundó un 14 de marzo del 2008, el lunes 11 de julio 2016 Maduro lo mandó a los sótanos, a donde están los actores y actrices de segunda, fuera de todo elenco protagónico y participativo. Les dijo algo así como: -expertos rojo rojitos financieros, economistas, sociólogos, abogados y gestores del Psuv, por favor, esperen instrucciones de nuestros compañeros uniformados de verde. Algo de amargo en el alma debe tener todo chavista que recuerde las tres últimas frases del himno de su partido: “…Un pueblo libre en revolución, somos presente el gran mañana, vamos forjando la patria soberana” ¿Y Padrino, qué dice, qué hará? ¿Decir?, ¡Pues nada! Un militar formado no se le conoce por lo que dice, sino por lo que calla: recordemos la famosa frase en la historia latinoamericana: “Augusto, dónde está Augusto”, del fallecido ex presidente chileno Salvador Allende. ¿Hacer?, nada diferente. Su formación y capacidades se enmarcan en la columna de gastos, ejecuciones, sin contemplaciones de costos. Por eso es el nuevo militar “chavista, socialista y antimperialista”.
Nuestros militares son hoy muy distintos del general Alfonzo Ravard, artífice del desarrollo de la CVG, de Ciudad Guayana y de PDVSA. Ni siquiera los de pocos años antes que Chávez corrompiera las FAN. No están formados, en la era roja, para concebir escenarios de ingresos, de inversiones, de ahorros, con visiones múltiples. Su cerebro está entrenado para la acción, el hacer. No para planificar o visionar conjunciones de lo económico con lo social. Sabemos que sin petróleo, el recurso que Chávez y Maduro despilfarraron a niveles nunca vistos en nuestra historia -y en la del mundo- nada se podrá hacer al corto plazo, aguas abajo. Hoy hasta el mismo gobierno calla, guarda silencio, ante dos indiscutibles y desideologizadas realidades: cada día que pasa extraemos menos petróleo y el precio de cada barril disminuye. VPL ahora, supuestamente encargado de finanzas, de las procesadoras de arroz, de la refinería de Paraguaná, de las grúas de los puertos, de los camiones de la ruta de la empanada, de la fábrica de alambres de púa para las fincas, del yodo y el cloro que requiere el acueducto de Maturín, del polietileno para la fábrica de bolsas plásticas de los Clap, así como saber y convencer a quiénes son los que vienen después de Clorox, Owens Illinois, Kimberly Clark y el Citibank. Coordinar a los responsables o gestores de las cuentas de todos estos detalles y de los miles de otros es lo que de verdad significa gobernar. La pregunta es: ¿Se presentarán los responsables con sus carpetas y maletines en el moderno edificio del Comando Estratégico Operacional de Fuerte Tiuna o en el Palacio de Miraflores, sede del despacho presidencial desde 1900? Esa pregunta se la haríamos al profesor Aristóbulo Istúriz, en teoría un político “supuestamente civilista” y hoy teóricamente Vicepresidente de la República. Con razón hemos visto en estos 17 años a los rojitos, a esa izquierda trasnochada, disfrazarse de militares cada vez que pueden. Y tanto que criticaron a Blanca Ibáñez, la querida de Lusinchi, cuando se vistió de militar en uniforme de camuflaje en medio de la tragedia del río Limón. Pobres tipos. Pobre país a ritmo de retroceso veloz. Pena ajena es lo que dan. Lástima sus consecuencias. Veremos cómo se comportan los “ahijados”…
MEDIO
POR DENTRO: Las molestias entre los uniformados también tienen sus lados positivos. Pareciera que ya no mandan el general Néstor Reverol, ex jefe de la GNB, ni el general Carlos Osorio, dos veces ministro de alimentación. Igualmente que el gobernador de Aragua, el poderoso el Aissami, ya sabe que Padrino no es de su entorno. En la GNB aceleran los cambios de todo lo que huela a Reverol. Los informes que le preparó a Padrino el ministro Marco Torres sobre la actuación de esos dos oficiales dieron sus frutos. Torres se curó así en salud y se habría atornillado tanto como cuando la Asamblea lo citó para interrogarlo sobre la corrupción en su desempeño y que Maduro le ordenó no asistir. ¿No lo tocarán? Miraflores pierde dos aliados. La mirada ahora está puesta en las investigaciones sobre Corpovex y el general Giuseppe Yoffreda. También los informes en manos del ministro plenipotenciario. Veremos si lo dejan actuar. El forcejeo en el gabinete es de Ripley’s. El miedo es libre y el culillo aumenta con los días. Uniforme es uniforme.
BAJO
¿CENSURA TOTAL?: La decisión de la jueza provisoria del Juzgado 3º de Primera Instancia de Carabobo, Omaira Escalona, prohibiendo a los diputados Carlos Berrizbeitia e Ismael García y al ex diputado Carlos Tablante y su portal www.cuentasclarasdigital.org hablar de las supuestas acusaciones de corrupción del general Carlos Alberto Osorio Zambrano van más allá de lo que en principio de creyó. La sentencia cubriría todos los medios nacionales, regionales y municipales para que “se abstengan de menoscabar la esfera moral y que atenten contra el honor, decoro y reputación” del referido exministro. El caso será llevado esta semana a la Relatoría de la Libertad de Expresión en la CIDH en Washington por el exmagistrado Jesús Ollarves. Una decisión así, tan amplia, contra la libertad de información no se había visto nunca. ¿Madrinas y comadres de por medio?…
