TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
Esta semana el presidente del Indepabis, Eduardo Samán, estuvo en Globovisión en una entrevista donde habló sobre el delicado estado de los alimentos en Venezuela. Como bien sabemos los venezolanos, la escasez de alimentos se ha convertido en el principal problema del país y esto lo notamos a diario cuando vamos al mercado. Un mercado para una familia no se hace en un solo lugar por la sencilla razón de que los mercados no están abastecidos adecuadamente. Todavía los caraqueños no sufren los anaqueles vacíos como sí lo hacen las personas que viven en el interior del país, pero la situación se agrava con el pasar de los días. Las cifras maquilladas del Banco Central de Venezuela no hacen sino reforzar justamente este punto.
Ahora bien, Samán en su exposición asume una postura controversial y peligrosa al señalar que los culpables de la grave escasez que se vive en el país es culpa de los consumidores venezolanos. Es decir, para Samán somos los venezolanos los culpables que en los mercados no haya leche ni café ni azúcar entre tantas cosas. A su vez añade esta perla: "Aquí nadie ha dejado de tomarse un café. ¿Qué niño ha dejado de tomarse un vaso de leche? Aquí cualquiera tiene un kilo de café guardado en su casa". Samán inclusive llegó a decir que los anaqueles de los mercados socialistas están vacíos porque los precios de los productos son solidarios, pero que las despensas de los hogares sí están llenas.
Una cuestión es que nos vean la cara de imbéciles pero otra muy diferente es que estén seguros de ello. Las declaraciones de Samán buscan como primer objetivo desviar toda la atención que merecen las empresas del Estado en la producción de alimentos en el país. Para nadie es sorpresa que las empresas del Estado no producen a máxima capacidad. Bueno, las que producen. Como actor importante en la producción de alimentos del país y en ocasiones como único importador, el Gobierno es responsable del grave índice de escasez que actualmente estamos teniendo.
Como segundo objetivo, las declaraciones del presidente del Indepabis señalan abiertamente a los venezolanos como los únicos responsables de que cada vez haya menos alimentos. De este tipo de declaraciones se derivan iniciativas injustas, ineficientes y trasnochadas como las que pretendió Arias Cárdenas hacer en el Zulia, en la cual iba a racionar la compra de alimentos de los zulianos.
Este problema está lejos de solucionarse en Venezuela por dos razones muy simples: primero, para los productores nacionales cada vez es más difícil producir alimentos en el país debido a las infinitas regulaciones y falta de incentivos, y segundo, actualmente no tenemos las divisas suficientes para importar el gran déficit de alimentos que necesita el país para estar abastecidos.
Quién sabe cómo irá a terminar esta historia, pero si ilustres como Samán conquistan más espacios, no les extrañe que las próximas inspecciones programadas la tengamos en las despensas de nuestros hogares.
@TomasHHR