Los que reciben dólares hoy, para importaciones de maletín o no, se hacen inmensamente ricos
ALEJANDRO J. SUCRE | EL UNIVERSAL
Como niños de primaria jugando con plastilina, o los más adultos llenando cuadros de 5 y 6, el gran entretenimiento nacional del sector antes llamado productivo, ahora es llenar planillas para sacar dólares Cadivi , Sitme y ahora Sicad.
La política cambiaria del control de divisas se ha vuelto absurda. Los grandes millonarios de los últimos años se han hecho no produciendo más, ni invirtiendo en nuevos desarrollos de productos ni nuevas fábricas o fincas. Los grandes millonarios de los últimos 5 años se han hecho llenando planillas para sacar dólares de Cadivi y del Sitme y del Sicad (ahora) a tasas de cambio subsidiadas. Pidiendo dólares a 4,30 Bs/US$ en Cadivi para comprar materias primas con sobreprecio a través de una empresa intermediaria panameña o llenando planillas para comprar dólares Sitme a 5,3 Bs/US$, inventando viajes o importaciones de mercancía que nunca traen, algunos importadores venezolanos y los funcionarios públicos relacionados han hecho grandes fortunas junto a los gestores de maletín. Mientras tanto, los fabricantes y los agricultores venezolanos no pueden aumentar el empleo sino al contrario se han arruinado viendo surcar por nuestros cielos y mares los aviones y los barcos llenos de productos del exterior subsidiados en los anaqueles.
Si recordamos, desde 1999 hasta el año 2003, en el país hubo total libertad cambiaria. Luego del paro de diciembre del 2002, el gobierno se vio en la obligación real de cerrar el mercado cambiario. Una vez impuesto el primer control de cambio, el gobierno dejó un mercado permuta libre, y lo hizo poco significativo intentando otorgar sin discriminación dólares al tipo de cambio oficial. Tanto intentó otorgar divisas libremente al tipo de cambio oficial que no hizo ajustes al cambio según la inflación interna, ni vio la inmensa corrupción cambiaria de Cadivi. Esto hizo aumentar las importaciones de US$ a 430 al año por persona en 1998 a US$ 2.000 en el 2012. La gota que derrama el vaso es cuando bajan las entradas de divisas petroleras y en enero de 2010 el gobierno realizó, con su pesar, la inevitable devaluación a BsF 4,30/ US$ con un permuta alrededor de BsF. 6/US$. Luego cuando observa que se dispara el dólar permuta a más de BsF. 8 sin que el gobierno tenga divisas para bajarlo, es cuando deciden eliminar el permuta y generar el embudo Cadivi.
Los que reciben dólares hoy, para importaciones de maletín o no, se hacen inmensamente ricos y los millones de venezolanos restantes, productivos o no, inmensamente pobres. Al gobierno le quedan dos alternativas: 1.- Seguir engañándose con que la causa de la inflación, la desinversión y la devaluación son especulación. O 2.- Admitir que la crisis también es culpa del propio gobierno, al no reconocer por años que una política monetaria expansiva, para no ser inflacionaria, necesita estimular a muchos ciudadanos a producir.
Un sistema cambiario que obliga al gobierno a endeudarse emitiendo bonos de deuda externa para alimentarlo como el Sitme, que genera exceso de importaciones y elimina incentivos al productor venezolano debe ser revaluado junto a la política monetaria y fiscal expansiva sin contrapartida en mejor infraestructura.
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