JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO) | EL UNIVERSAL
Insisto: esto ha avanzado demasiado. Llevamos años intentando que el chavismo y su nefasto modelo de gobierno detengan su plan expansivo, sin mayores éxitos. ¿Y qué es lo que ocurre cuando las cosas avanzan? Logran consolidarse y echar raíces. ¡Ojalá me equivoque! El hecho es que llevamos mucho tiempo, primero, escuchando a Chávez y, ahora que está muerto, sobre sus "hazañas" edulcoradas de heroicidad para imponernos su inmortalidad y de esta forma, utilizando al difunto comandante como opium para adormecer a los que le creyeron, una pandilla de incapaces perpetúe su legado ad infinitum. Y el verbo perpetuar, para mí en este caso tiene otra acepción: dictadura.
Llevamos mucho tiempo escuchando sobre el Socialismo del Siglo XXI. Estos comunistas, a fuerza de petrodólares y valiéndose del secuestro de todos los organismos del Estado, se aferran al poder como parásitos chupando lo mejor de una nación de la que, por ahora, sólo queda la sombra. Nos sometieron -¿o cabrá decir doblegaron?- a los caprichos irracionales de un megalómano y las consecuencias de esta imposición se ven en nuestros relevos.
Quince años de un único modelo, y pésimo gobierno, que ya rinde frutos. Estamos viendo las primeras cosechas: una generación completa de compatriotas que desconoce el país que nosotros vivimos y que se rige por una venezolanidad forjada en la mentira y en la distorsión de los hechos. Muchachos que crecen con la falsa creencia y la mitificación de héroes ilegítimos y adulterados. Jóvenes para quienes, si lo permitimos, pronto la independencia de Venezuela no la habrá gestado Miranda, ni alcanzado Bolívar: todo, absolutamente todo lo que se haya logrado en este país, habrá sido por obra y gracia del difunto comandante.
Y obviamente, esa es la intención: borrar todo recuerdo del pasado de nuestra nación. Nuestros muchachos, los que por desgracia tengan que acudir a escuelas públicas, recibirán una versión de la historia donde Chávez será el génesis de la patria. No estoy en contra de la educación gratuita, mucho menos de la inclusión e incorporación de los niños y jóvenes al sistema educativo. Pero, ¡alerta! Sin descuidar la calidad de los conocimientos que se imparten y la preparación de los docentes responsables de la misma.
La educación por cuenta del Estado no debe ser usada como una herramienta para adoctrinar. Pero esta, me atrevo a asegurar, es la intención del gobierno con su reciente plan la Fiesta Escolar, y sus libros que resaltan indiscriminadamente la obra de Chávez y minimizan -ridiculiza a breves referencias- nuestra historia anterior.
Si no me equivoco, la frase pertenece a Cecilio Acosta: "educar a todos, eso es todo". El acento debemos ponerlo en qué enseñar. La masificación de la educación sin calidad de contenidos no generará jamás al individuo pensante, crítico e independiente que se debe formar en las aulas. La educación como la plantea el gobierno, sin matices ni criterios, no es educación sino una fábrica de gente sumisa que espera instrucciones.
Está bien que la escuela llegue a muchos; pero para formar a un hombre reflexivo, capaz de juzgar o disentir cuando no esté de acuerdo con lo que se plantea. Me alarma sobremanera el arranque de la Fiesta Escolar que anunció el Ministerio de Educación: esto, a mi juicio, no es más que la imposición del adoctrinamiento de nuestros niños en cuyas mentes, al igual que en las páginas en blanco, se podrán escribir creencias nuevas e historias forjadas a punta de falsedades.
Aquí está en juego la inclusión versus calidad. Cada niño venezolano debe recibir educación, formarse y capacitarse para la vida; pero, no para la vida en sumisión y sin ideas propias. La calidad de los contenidos jamás debe sacrificarse por la masificación simplista, mucho menos distorsionarse para crear una visión única.
A propósito del inicio de clases, entrevisté a Conrado Rovero, Viceministro de Desarrollo de la Planificación de la Educación Bolivariana. Sí, el título de su cargo es tan largo como sus aspiraciones y como las loas que hizo de la estupenda preparación de los maestros bolivarianos. Lo que no dijo fue que esta Fiesta Escolar esconde, por lo que advierten algunos especialistas, la esencia de la rechazada Resolución 058, y la activación de los consejos educativos como lineamiento principal.
¿Qué tenemos que hacer para que la educación no se ideologice? Corremos el riesgo de que las futuras generaciones no sean más que muchachos "mal" educados, con pocas competencias y actitudes para emprender proyectos de envergadura. Y lo digo por lo que ellos mismos plantean se proponen hacer: si para formar al hombre del futuro, el hombre nuevo del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, se basarán en los logros del gobierno y la Revolución, ¡estamos fregados! Los logros de este desgobierno están marcados por un alto nivel de incompetencia, impericia, desconocimiento, mediocridad y fracasos.
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