Si en la esquina te venden un producto a Bs. 40 y el Estado te permite comprarlo a Bs. 6,30...
JORGE SAYEGH | EL UNIVERSAL
El primer impulso ha sido culpar a los Raspacupo de que Venezuela sea el único país del mundo sin disponibilidad de asiento en ningún vuelo internacional los próximos tres meses. Pero ojo, los Raspacupo son venezolanos originarios, descendientes de una antigua tribu setentosa llamada los Ta'barato. Estos dos fenómenos históricos son similares, pero tienen diferencias. Ambos han ocurrido con el precio del petróleo alto, cuando con pocos bolívares puedes comprar muchos dólares. Solo que los Ta'barato lo hacían con un mercado cambiario libre; los Raspacupo lo hacen en condiciones restringidas y artificiales, que produce distorsiones diferentes. Pero ambas responden a un instinto económico elemental: compro donde obtenga mejor precio.
Si en la esquina te venden un producto a Bs. 40 y el Estado te da la oportunidad de comprarlo a Bs. 6,30, pero no en un Mercal, sino fuera del país, tú agarras tus maletas sencillamente porque es un negocio redondo. Sobre todo porque es una "oferta limitada". Si el grito de guerra de los Ta'barato era: "¡dame dos!", el de los Raspacupo debe ser un resignado: "hay que aprovechar".
Ha leído bien, querido lector. En Venezuela el dólar no es una moneda sino un producto, un bien negociable cuya compra a través de Recadi permite, al regresar a venderlo, multiplicar tu capital hasta seis veces. Con esa ganancia hasta puedes contratar a un chavista jalamecate que esté pelando (o sea, de los bobos) para que haga la cola de la harina de maíz por ti. Y sí, leyó bien, dije Recadi. Para que mis amigos escuálidos recuerden que la estupidez no la inventaron los chavistas. Y para que mis amigos chavistas se enteren de que no son revolucionarios nada, sino una mutación genética de la "guanábana adeco-copeyana" con un disfraz rojo. ¡Agáchate!
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