TOMÁS SOCÍAS | EL UNIVERSAL
Desde hace algunas semanas, el Gobierno Nacional viene aprobando una serie de ajustes de precios en una cantidad de productos. Cuyos precios están regulados, desde hace varios meses y hasta nos alegramos ante esta decisión, porque es lo que hace falta para que se compensen los costos de producción.
Sin embargo, junto con la felicitación, nos permitimos criticar algunos detalles de esta decisión. Y es que estos ajustes se están dando a destiempo y de manera insuficiente.
Desde distintos gremios de empresarios e industriales nos llegan las quejas acerca de que el ajuste que se hace en los rubros que van desde alimentos hasta productos de limpieza no es suficiente, si se compara con el tiempo que lleva el control de precios y los costos que deben afrontar en cada sector.
Esto lo veníamos diciendo desde que se instauró el control de precios, precisamente porque la rueda dejaría de funcionar si no se le aceitaba correctamente. Demasiados controles y la vigencia en el tiempo han traído cómo consecuencia la escasez y los precios altos.
El ajuste, a tiempo, de los precios es una política correcta y de ninguna manera significaría una acción contra la gente. Simplemente se operaría normalmente, con el libre juego de la oferta y la demanda.
No obstante, mientras desde el Ejecutivo se empeñen en mantener los controles en el tiempo y que no se reconozcan los verdaderos precios de los rubros, tomando en cuenta la estructura de costos, los anaqueles seguirán vacíos.
Tampoco importará que desde el exterior traigan alimentos y otros productos que han dejado de ser elaborados en el país, porque la consecuencia será que la soberanía alimentaria sea un deseo muy difícil de cumplir.
El otro elemento que va a garantizar la soberanía alimentaria es la asignación, a tiempo, de las divisas que el sector productivo requiere.
Tenemos información sobre una serie de acercamientos entre los representantes de las empresas de varios sectores y autoridades gubernamentales, donde los productores han hablado crudamente sobre sus necesidades, sobre todo porque la asignación de divisas no es solamente casi un imposible, sino que está tan retrasada que ya dicen que la mercancía navideña llegará en Carnaval o Semana Santa.
En el sector alimentos, por hablar solamente de uno de los más afectados, hablamos de retrasos de más de 200 días en la entrega de dólares para la importación de insumos y materias primas, lo cual ha retrasado las líneas de producción, al punto que incluso se ha dejado de trabajar con los inventarios.
De allí que hay varias industrias paralizadas y esto se debe decir, porque nuestra misión es ver y hablar sobre lo que es correcto y lo que no.
La soberanía de la que habla el Ejecutivo puede ser una realidad, pero solamente si los precios se ajustan a la realidad y de manera paulatina y se termina con el retraso en la asignación de dólares para importar. Esta es la solución, por el bien del país.
Tsocias@cantv.net
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