HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
Desde hace meses, de mi edificio a la esquina (50 metros) hay que surfear 7 troneras para no quedar sin carro. El agua, que debería ser potable, amén de su ausencia durante 2 días semanales, es una porquería sucia y hedionda; ni hablar de tomarla, y bañarse es peor que no hacerlo. Excepto Caracas, que tiene preferencia porque es donde están los votos, en el resto del país se pasa más tiempo sin luz que con ella. Tuve que hacerme unos lentes nuevos que costaron Bs. 17.000 (solo los cristales); los pedí fotocromáticos y costaban 60.000; como se imaginarán, ahora paso todo el día encandilado. Un amigo al que se le averió el carro tiene 14 meses sin poder repararlo, y otro a quien le robaron la batería, después de dos meses consiguió una en Bs. 45.000. Los dos ascensores del centro comercial más cercano, tienen varios meses muertos. De una servilleta por comida que usaba, ahora uso una por día, no para ahorrar dinero, sino porque cuando se me acaben no voy a conseguir más; peor es la cosa con el papel tualé. Y ni hablemos de buscar comida y medicinas. ¡Vaya desastre!
Veamos qué hace el Gobierno para mejorar este horror.
Los gurús (ninguno economista) que dirigen la política económica que, en vez de darnos la mayor suma de felicidad posible, nos ha dado la mayor suma de peladera posible, han enfilado sus baterías en cuatro frentes principales:
1) Emitir más y más dinero inorgánico para que todos estemos buchones y no quitarle ni un ápice a las misiones.
2) Aumentarnos a cada rato los salarios y pensiones para hacernos cada vez más ricos.
3) Castigar más duramente a los empresarios, y controlarles más los precios, para que no nos roben.
4) Conservar el cambio oficial a 6,30, para que todos tengamos fácil acceso a los dólares.
Maduro y los gurús aseguran que con estas medidas nuestra calidad de vida superará a la suiza en el 2016.
Breves comentarios:
Con la emisión de más dinero inorgánico, la inflación será cada vez mayor.
Aumentar colectivamente salarios y pensiones, no solo no incrementa nuestro poder adquisitivo, sino que daña al aparato productivo. Aquí cabe el ejemplo de Friedman: si a todo el mundo se le mete un porcentaje x de dinero adicional en los bolsillos, como en el país no se produce más por ello, lo que ocurre es que todos los precios suben.
Con la única verdadera guerra económica existente, que es la del Gobierno contra los empresarios, es decir los que producen, y controlando más aun los precios, lo único que conseguirán será más escasez, desempleo e inflación.
Con el cambio a 6,30 solo alimentan la corrupción y las distorsiones que tanto dañan nuestra economía.
¿Es que esta gente jamás va a tomar aunque sea una, una solita medida inteligente?
Veamos una muy sencilla: hay muchas empresas, p.ej. las automotrices, ascensores, etc., a las que no le dan dólares para traer repuestos, y que los pudieran importar a dólar paralelo, pero no pueden hacerlo porque los obligan a contabilizarlos a alguno de los dólares oficiales, con lo que se inflan artificialmente las ganancias y el ISLR, y esto les ocasionaría grandes pérdidas. Así que hay un bojote de vehículos y ascensores parados, cuyos propietarios pagarían con gusto esos repuestos a dólar paralelo si pueden reparar sus unidades.
¿Por qué no aceptan y legalizan el $ libre, dejando que los bancos lo intermedien, con lo que este bajaría de precio y se oxigenarían bastante la economía y la calidad de vida? No lo entiendo.
Ahora, ¿por qué digo que pronto no se va a poder vivir? Pues 1) por la inercia descendente que trae la economía;2) porque los inventarios se están agotando, y 3) porque con las nuevas medidas ya ninguna empresa va a poder sobrevivir. Supongan que una empresa entrega hoy los recaudos para que le fijen sus precios; primero, le mochan gastos arbitrariamente, y después, cuando emitan su regulación, ya esta feroz inflación se habrá comido las ganancias y buena parte de los costos, de manera que la empresa, si produce, lo tendrá que hacer a pérdida. Y aunque ser rico es malo, si las empresas no ganan, simplemente se mueren. Como según anunció el vice Jorgito, van a controlar los precios de todo (¿cómo lo harán?), vamos a tener precios justos de todo, pero no habrá nada, pues todo el aparato productivo que hoy medio respira habrá desaparecido.
Entonces, con las importaciones súper restringidas, y el aparato productivo menguándose a paso de vencedores, la situación se va a deteriorar mucho más, trayendo más peladera, más delincuencia, etcétera.
Así que si ya estamos al borde de un suicidio colectivo, es obvio que con un mayor grado de deterioro aquí no se podrá vivir.
Y ojo, siento decirlo: el aumento del deterioro es inexorable.
Mucho lamento no poder nunca dar una buena noticia.
herbert_hudde@yahoo.es
