Nelson Bocaranda Sardi / Runrun.es
ALTO
EL FRACASO VIAJA EN CUBANA: Una vez más usó un avión cubano, de los dos que regaló Chávez a los Castro, como presidencial. El Ilyushin Il-96 300 siglas CU-T1251 lo llevó a Riad y luego ¿a Nueva York?. El próximo 4 de diciembre -en apenas 22 días- dará inicio en la cosmopolita ciudad de Viena, Austria, la 168a. Conferencia Ministerial de la OPEP. Otro escenario para que la propuesta de Nicolás Maduro de tomar decisiones conjuntas para elevar el precio del petróleo por encima de los 80 dólares el barril vuelva a recibir otro duro golpe internacional. Será, no digamos desoída, pero sí de manera contundente rechazada. Nicolás Maduro no ha entendido que los grandes productores de petróleo no deben comprometer sus empresas petroleras en desbarajustes políticos, mala administración, enredos partidistas. Mucho menos, ser conducidas por personas incompetentes, desconocedoras del “juego mundial energético”. Por personas que ni siquiera dominan el idioma inglés a nivel financiero y tecnológico. Ni siquiera el papiamento de San Vicente.
El juego energético en estos momentos es el de conservar y ganar mercados. No es precio. Y Maduro, sin efectivo en caja y sin una operadora eficiente, insiste en lo contrario. Rusia necesita conservar sus participaciones en los mercados. Arabia Saudita lidera la producción y está atento a la entrada de Irán. A Irán le interesa más recuperar su economía que los ya olvidados diálogos y fotografías entre Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad. Atrás sus retóricas anti imperialistas pues los ayatolás se entendieron con los odiados gringos. Nicolás Maduro y sus acólitos no entienden eso. Pdvsa ha sido destruida y no por imperio alguno, mucho menos por alguna guerra económica. Estamos importando gasolina y gasoil. Gente incompetente nos vende o alquila taladros sin concierto alguno. La Faja del Orinoco sigue siendo una esperanza, un futuro que nunca llega. Por más que le hubieran puesto el nombre del “eterno” a la ¿eterna? reserva petrolífera de crudo pesado. La misma que por pedazos ofrecen a las petroleras globales en condiciones peores para el país que lo que fueron la viejas asociaciones con las petroleras globales. Nicolás Maduro no quiere asumir esa realidad. Si llegara a entenderla, se daría cuenta de lo responsable que ha sido junto con Hugo Chávez en la destrucción de la única gran industria de los venezolanos capaz de generar divisas.
Previamente alertamos sobre el estruendoso fracaso que recibiría la posición de Maduro durante la IV Cumbre América del Sur-Países Árabes, que se celebró esta semana en Riad, Arabia Saudita y que concluyó ayer al medio día, cuando dábamos cierre a esta columna. Si leemos estos dos extractos, dos galimatías, de su intervención podemos entender por qué todo lo que dice Maduro se lo lleva el viento en medio de risotadas disimuladas por sus pares globales: “Somos nosotros los que invertimos y producimos el petróleo de este planeta. No pueden ser otros los que nos fijen sus movimientos y sus precios”. En otro momento acusó a “otros” que no identificó de usar al “famoso señor mercado” y la “especulación” para fijar los precios, con lo que -según dijo- dañan “a corto, mediano y largo plazo las expectativas de desarrollo y estabilidad económica y energética del planeta”. Este absurdo fracaso de Maduro se repetirá de nuevo en Viena, horas antes de las elecciones de diputados de la próxima Asamblea Nacional venezolana. Para ese día, nos preguntamos desde ya: ¿Qué será más importante para Nicolás Maduro: los informes que le esté enviando el presidente y ministro de turno de Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, desde la orilla del Danubio o los datos de las últimas encuestas sobre las elecciones del domingo 6D?…
MEDIO
DIJERON LA VERDAD EN GINEBRA: Los representantes de la Unidad de Acción Sindical y Gremial presentes en la 325º reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentaron un primer informe en la reunión del Grupo de los Trabajadores, donde reiteraron el incumplimiento del Gobierno venezolano a todas las recomendaciones de los diferentes órganos de control de esta instancia tripartita internacional y la constante violación a los convenios internacionales ratificados por Venezuela. Roger Palacios, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores UNETE en el área de alimentos y líder sindical de Alimentos Polar, aseguró que “hoy más que nunca se hostiga, se persigue y se prohíbe la protesta, violentando la libertad sindical y la negociación colectiva”. A su juicio, existe una injerencia de las instituciones del Estado en asuntos sindicales, esto incluye el CNE, los cuerpos de seguridad del Estado, Ministerio Publico, Poder Judicial y hasta la Asamblea Nacional en la reciente decisión que ordena levantar el conflicto universitario.
Afirmó: “En Venezuela hay discriminación y una acción hostil del Gobierno Nacional, que en su afán de perseguir al sector empresarial, nos está dejando en la calle sin empleo a más de diez mil trabajadores. No hay flujo de divisas para la obtención de materia prima, insumos y equipos que permitan la reactivación de la producción, pero se privilegia la importación masiva generando beneficios para empresas transnacionales”. Los trabajadores venezolanos urgieron al Consejo de Administración de la OIT a apoyar medidas que obliguen al Gobierno venezolano a cumplir con los derechos fundamentales. Presentaron documentos demostrando que en las actividades que realizan los trabajadores venezolanos, son acosados por el Coronel activo Menry Fernández, Viceministro del Trabajo, quien les señaló que este viaje a Suiza era un acto de traición a la Patria. “Lo que necesitamos del Gobierno es que responda a lo presentado por los trabajadores y se comprometa a cumplir. Es la única manera de superar la difícil crisis por la que pasa Venezuela. Solo con el respeto a los convenios internacionales, siguiendo las recomendaciones de los organismos de control y con un verdadero diálogo social tripartito, lo lograremos”.
A las seis quejas que cursan por ante el Comité de Libertad Sindical referida a los casos de Venezolana de Cementos, Petrocasa, Instituto de Ingeniería, Galletera Carabobo, FUTEPV, FAPUV, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y otros, los representantes introdujeron nuevas quejas con los casos de la industria de la pesca, Polar, Corpoelec, Sidor y Pastas Sindoni. La pretensión de que las negociaciones colectivas sean reemplazadas por laudos arbitrales impuestos por el Gobierno fueron rechazadas. Palacios recordó que por primera vez en 25 años no se permite la entrada de los trabajadores a la discusión del contrato colectivo del sector químico farmacéutico, presidida por la sindicalista Marcela Máspero de UNETE. Ya nada asombra…
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