Opinión: Hacia la libreta de racionamiento. Por Oscar Arnal @OscarArnal

OSCAR ARNAL | EL UNIVERSAL

Nunca se había sentido con mayor fuerza la escasez en Venezuela. El problema ha llegado a igualar nada menos que al de la inseguridad desbordada. En diversos puntos cardinales hay turbamultas o trifulcas cuando llegan los productos de primera necesidad. Esta semana en oriente varias ciudadanas se agarraron por las greñas cuando arribó el pollo al mercado.

Según Conindustria el sector alimentos ha registrado descensos de hasta 45% en su producción. Con dólares preferenciales es mucho más rentable traer bienes de afuera que producirlos. El mejor negocio consiste en obtener divisas a tasa preferencial para cualquier cosa. Con Cadivi proliferan la corrupción y las empresas de maletín. Hace pocos años hubo escándalos al encontrarse contenedores con miles de toneladas de alimentos y medicinas vencidas.

Al hacer un decálogo de algunos de los productos faltantes o itinerantes le recordamos al Gobierno la crisis profunda que padece nuestra economía y cómo se encuentra al borde del abismo:

1) Dólares: el Banco Central de Venezuela solo tiene 1.600 millones de dólares de reservas liquidas, lo que equivale a 15 días de importaciones de mercancías. El desorden fiscal acabó con las divisas suficientes para importar los productos, las materias primas y los demás bienes que necesitamos a mediano y corto plazo.

2) Medicinas: ni siquiera se consiguen vacunas para prevenir el brote de gripe AH1N1. Muchos medicamentos han desaparecido y no hay insumos en los hospitales. No hay medicinas para tratar deficiencias cardíacas, diabetes y el control de la tensión, entre muchos otros.

3) Arepas, pan y ostias: las plantas que tomó el Gobierno de harina de maíz producen muy por debajo de su capacidad instalada, entre ellas la de Harina Juana. También falta la harina de trigo, a tal punto que los panaderos hacen malabares para rendirla, y hasta la Iglesia Católica expresó su preocupación por la imposibilidad de fabricación de ostias para los comulgantes. En el 2013 los suministros de harina han bajado hasta la mitad y la diversidad de panes y dulces mermó aún más.

4) Repuestos: la subida de los precios en materia de repuestos de todo tipo es de las más altas del mercado. El problema de un choque o de una reparación no es solo lo que cuesta, sino si las piezas dañadas se encuentran. Pasa lo mismo con los electrodomésticos, maquinarias, etc.

5) Aceite: no se consigue a veces ni el de girasol. Esto a pesar de que nunca frieron las cabezas de los adecos y de los copeyanos en aceite como lo prometieron.

6) Azúcar: si como dice el refrán "a falta de pan, buenas son tortas", hay otros que dicen que ante la escasez de azúcar, bueno es el papelón. Cualquier tipo es buscado por los consumidores, incluyendo la morena y hasta las dietéticas. El precio oficial ésta regulado en 6,11 pero los buhoneros la venden hasta en 17.

7) Pañales y toallas sanitarias: no hay ni siquiera la mínima consideración con los bebés y con los periodos femeninos. Ante la ausencia y los altos costos, han vuelto los viejos e imprácticos sustitutos de tela.

8) Leche y sus derivados: difícil se ha puesto la leche en polvo y la pasteurizada solo se encuentra en su versión ligera o de larga duración.

9) Cemento y cabilla: la construcción privada ha caído a niveles históricos. Tiene trece trimestres en picada. La importación de insumos para la construcción bajó 33% en lo que va de año. Antes de que el Gobierno tomara la planta de Cemex fuimos exportadores de cemento.

10) Papel higiénico: ante la desesperación nacional el Gobierno aprobó un crédito para importar 79 millones de dólares de artículos de aseo personal. Ante el trance hemos sido objeto de burla mundial. La gente ha tenido que apelar a diferentes tipos de papel.

Adicionalmente a precios regulados, hay muchos artículos como algunos tipos de quesos que hace tiempo desaparecieron del mercado. Según el "Centro de Documentación y Análisis Social de la FVM", la carne se paga a 407,2% y el pollo a 111,4% por encima del precio controlado.

Ante la grave situación que vive el país, desde el Zulia se anunció una libreta o carnet de racionamiento al estilo de la que implantaron los Castro en Cuba. El cupo y la frecuencia por persona la determinará el Gobierno. Los rubros regulados solo podrán comprarse cada 7 días. En fase experimental por ahora, la intención será aplicarla en el resto del territorio nacional.

El actual modelo económico nos conduce al desastre. Somos más dependientes del petróleo que nunca. Su exportación representa el 96% de nuestros ingresos en divisas. La inseguridad jurídica está entre las causas del desabastecimiento. La caída del Muro de Berlín y la implosión de la URSS dejó como legado que las políticas marxistas y los controles innecesarios arruinan la economía de las naciones.

@OscarArnal