No es un reto muy difícil para Maduro atacar a los corruptos. Los tiene al lado, cerquita
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
Para Maduro, el hijo de Chávez y heredero por mandato del dedo mágico del coroto de Miraflores, es sumamente importante obtener la Ley Habilitante que le permita legislar por un año sin necesidad de la Asamblea Nacional donde igualmente tienen mayoría para hacer lo que les dé la gana. Pero ocurre que hay demasiadas dudas sobre Maduro en todo sentido. Desde su idoneidad para ser presidente de algo hasta de su nacionalidad. Es decir, ¿para qué más?
De hecho se dice que no es presidente en el sentido más fino de la palabra. Se afirma más bien que en Venezuela gobierna un grupo integrado por cubanos, militares y algunos comunistas criollos. De allí que la Habilitante sea fundamental para que no se haga cierta la afirmación de Heinz Dieterich, un exchavista que al parecer dejó de cobrar y se ha vuelto un acérrimo crítico de esta cosa que llaman revolución bolivariana, quien vaticina que si Maduro no rectifica no llegará a abril. Casi nada.
Maduro será un monarca, un rey con el instrumento jurídico preferido de los Castro para la construcción de la jaula gigantesca que están levantando en Venezuela. Las usó Chávez ir más de los límites legales, se raspó como le salió del paltó a la Constitución, sacó leyes orgánicas sin tener competencia ni facultades para eso, aprobó leyes que le habían sido negadas en el referendo del 2007. Se pasó el estamento jurídico nacional por las axilas.
Solo que este clan castrocomunista usa y bota como el cuento del preservativo sin ninguna pena. De hecho lo acaban de demostrar una vez más. Al igual que el ladrón de Rafael Isea, exgobernador de Aragua y antiguo sirviente personal de Hugo Rafael Chávez, quien robó como le dio la gana e hizo negocios con las mafias más deplorables del mundo, tuvo que huir del país cuando el propio chavismo lo descartó como aliado. Ahora está con el imperio echándole los cuentos que pronto sabremos todos. Isea se va simplemente porque lo iban a matar. Como mataron a otro amigazo de Chávez, Jesús Aguilarte, hasta el cuello en negocios sucios y de millones de dólares robados. También se rasparon a su asistente unos días después en Guayana. Estas mafias, mucho cuidado, no van a tribunales. Simplemente sueltan la bala. El mismo caso de Antonio Canchica Gómez, el militar que sirvió de micrófono ambulante en Miami en el caso de los dólares para Cristina. A ese lo vieron por última vez volando desde un cuarto piso en Fuerte Tiuna. Militar de misiones duras se resbala con una concha de cambur y cae al vacío. Madre coba, caballeros.
Por eso suponemos que para corregir estas suciedades es que Maduro quiere la Habilitante. No para apresar a Capriles.
Solo suponemos.
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