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domingo, 16 de marzo de 2014

¿Cuál conspiración?. Por Fernando Ochoa Antich


FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL

Nicolás Maduro quiere justificar los 29 muertos, los 318 heridos, los 1163 detenidos y los numerosos torturados, ocurridos durante este trágico mes, con el eterno cuento de que su gobierno se encuentra amenazado por un intento de golpe de Estado. Mentira. En Venezuela nadie está conspirando. Lo único que ocurre es que estamos cansados del mal gobierno: inflación, escasez de productos de primera necesidad, colapso de los hospitales y de las clínicas privadas, educación pública en el suelo, 27.000 asesinatos el año pasado, para alcanzar la espeluznante cifra de 200.000 muertos, corrupción en todos los niveles del Estado y pare usted de contar. Esta trágica situación es acompañada por los constantes abusos de un gobierno y de una camarilla que permanentemente ofende la dignidad de nuestro pueblo.

La fábula del golpe de Estado sólo busca engañar a los venezolanos y a la comunidad internacional, tergiversando los hechos que han venido ocurriendo en Venezuela. En el primer caso, ayudado por una severa autocensura de los medios televisivos y radiales. La verdad, la única verdad es que la violencia fue impuesta por la absurda y exagerada represión del régimen chavista. El malestar estudiantil se originó en San Cristóbal al ser violada una estudiante y al protestar sus compañeros, varios de ellos fueron detenidos y enviados fuera del estado para ser enjuiciados penalmente. Justamente, la marcha del 12 de febrero, día del estudiante, toma tanta fuerza por la molestia existente por esas detenciones. La marcha se desarrolló pacíficamente, sólo produciéndose actos de violencia después de haber concluido.

Curiosamente, los asesinatos que ocurrieron frente a la Fiscalía los realizó un funcionario de la policía política del régimen siguiendo el mismo patrón que se utilizó el 11 de abril para provocar la insurrección: asesinar a un miembro de la oposición y a uno del chavismo. Después, la represión del Estado no ha tenido límite. Ciertamente, ha habido violencia. La pregunta que se hacen los venezolanos es si el uso de las armas realmente es generada por estudiantes o partidarios de la oposición. Se señala, que su uso contra el pueblo parece más producto de los grupos paramilitares del régimen. Una sutil maniobra, para poder tener justificación para convocar la conferencia de paz. Sin violencia, las protestas hubieran tenido mayor fuerza. Nuestras banderas son demasiadas: inflación, escasez, inseguridad y tantos otros problemas.

Voz de pueblo, voz de Dios. Si esto no es suficiente, recordemos las arengas que durante estos días han lanzado los dos más importantes dirigentes del régimen. Nicolás Maduro, se atrevió a decir: "Hago un llamado a las Unidades de Batalla Hugo Chávez Frías, a los consejos comunales, a las comunas, a los colectivos: candelita que se prende, candelita que se apaga" invitando a sus seguidores a agredir a los demás venezolanos. No satisfecho con esa incitación a la violencia, Cabello amplió el mensaje: "creen que con esa violencia van a gobernar el país un día. Eso no va a ocurrir, aquí hay conciencia y un pueblo dispuesto a defender la patria y sus derechos. Nosotros tenemos 13.683 Unidades de Batalla listas y prestas para defender la Revolución y la Patria". A partir de allí, la violencia tenía que desbordarse...

Los cinco puntos planteados por la MUD, como condiciones para dialogar con el gobierno, son trascendentes: libertad de Leopoldo López y de todos los presos políticos, así como el regreso de los exiliados; la anulación de los juicios de criminalización de la disidencia; justicia para todas las víctimas de la represión e investigación independiente que culmine en detención, enjuiciamiento y castigo de quienes perpetraron crímenes; alto al hambre, al racionamiento y a la delincuencia y un diálogo verdadero, con agenda clara, en igualdad de condiciones y con transmisión en vivo con presencia de un tercero de buena fe nacional o internacional. De todas maneras, creo que la Mesa de la Unidad debe dejar en claro que sólo es posible un acuerdo de gobernabilidad si el gobierno rectifica sus permanentes violaciones a la Constitución Nacional. Si esto no logra alcanzarse, dialogar sería perder el tiempo...

fochoaantich@gmail.com

@FOchoaAntich



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