TOMÁS SOCÍAS | EL UNIVERSAL
Hace un año se cometió en Venezuela uno de los errores más graves en materia económica y de imagen. Hablamos del llamado "Dakazo" que fue una orden del Ejecutivo para obligar a las tiendas de electrodomésticos a vender a precios "justos", por debajo de los que para ese momento se marcaban.
A poco más de 12 meses de esa decisión, el "efecto Daka", tiene en las imágenes de anaqueles vacíos de una gran cantidad de comercios, su más negativa consecuencias.
Sabemos que estas palabras son duras, puesto que hemos tratado siempre de reconocer los aciertos gubernamentales, bien del presidente Hugo Chávez, cuando vivía y ahora del presidente Nicolás Maduro, sobre todo porque sabemos del deseo y la buena voluntad, para beneficiar a quienes menos tienen.
No obstante, a un año del Dakazo y ante la repetición del error, pedimos que cesen las fiscalizaciones, puesto que así no se hacen las cosas.
Abaratar los costos no debe ser consecuencia de tratar a los comerciantes cómo delincuentes, sino de políticas acertadas y producto de la concertación entre los sectores, como de hecho se ha concretado con el ajuste de precios de buena cantidad de productos de primera necesidad.
Hemos resaltado lo beneficioso del diálogo y el acercamiento para plantear los problemas y también las soluciones a los mismos.
Por ello insistimos en que fiscalizar y obligar a los sectores vender su mercancía a "precios justos", sin tomar en cuenta otros elementos, lejos de beneficiar al país, lo va a perjudicar.
Se prometió que con el "Dakazo", bajarían los precios de los electrodomésticos y aunque al principio fue así, a estas alturas, la consecuencia es que no hay electrodomésticos y los pocos que se consiguen, tienen precios 10 veces más altos que los del año pasado.
El Ejecutivo prometió que importaría millones de toneladas en electrodomésticos y eso no se cumplió y ahora asegura que el programa social "Mi casa bien equipada", se cumplirá, pero, a través del mecanismo de citas y con financiamiento.
Preguntamos: ¿esta medida, de verdad beneficiará al pueblo? ¿Endeudar a la gente es la vía? Lo dudamos.
Son miles los negocios y comercio s donde no hay mercancía y la poca que hay se vende muy cara, porque se adquirió con dólares del mercado negro, pues no hay divisas a 6.30, hay muy pocas a tasa Sicad I y Sicad II. Las cosas son así y debemos decirlo.
Por ello pedimos que cesen las fiscalizaciones y se acelere y resuelva el problema de asignación de las divisas para que los sectores de la economía puedan levantarse. Recuerden que gran parte del sector productivo saca sus mejores ganancias en esta época decembrina y depende de ello para arrancar con buen pie el año siguiente.
A un año del Dakazo, preguntamos: ¿cómo pueden los negocios pagar los aguinaldos de sus trabajadores? De verdad, ¿se puede vender la mercancía a precios reales, con tantos controles? ¿Se puede seguir adelante si llegan unos señores a fiscalizar y obligar a vender a precios bajos? ¿Sin tomar medidas para impulsar al sector productivo?
Pensamos que no. La solución al problema no es imponiendo, sino concertando políticas para que el juego sea de: ganar-ganar.
A los comerciantes, salvo aquellos casos donde sí se ha producido una verdadera especulación, no se les puede obligar a bajar los precios, si han adquirido los rubros a dólar libre, y de paso deben pagar impuestos y liquidar aguinaldos. Por el bien del país, esperamos ser escuchados.
Tsocias@cantv.net
