TOMÁS SOCÍAS | EL UNIVERSAL
Con horror leo los titulares de la prensa, relacionados con el cierre de unos 200 negocios en la isla de Margarita y me duele en el alma ver cómo un polo turístico, de desarrollo, de crecimiento y de demostración de lo que podemos llegar a ser como país, se esté desmoronando.
Hasta hace relativamente poco tiempo, la isla de Margarita o el estado Nueva Esparta en general, era la opción para turistas europeos y de países del Caribe, precisamente por sus hermosas playas, la calidez de la gente y los servicios, pues el desarrollo de turismo en el estado hizo posible que allí se instalaran hoteles, posadas y un extenso puerto libre que ofrecía cantidad de productos para propios y extraños.
Actualmente, la situación es otra. La crisis económica está haciendo que sea casi imposible vivir en Margarita y por lo tanto, los comercios y negocios de todo tipo están cerrando, ante las dificultades para obtener divisas para la importación a través del régimen de puerto libre.
Los problemas derivados del control de precios y de cambios, la escasez, la inflación y el nulo acceso a las divisas, ha convertido a Margarita prácticamente en una tierra invivible, según lo que reportan quienes viven allá y quienes aún, por alguna razón, deben viajar a la isla.
En los últimos meses nos han llegado reportes acerca de que las colas en las cadenas de supermercados y farmacias son enormes y que dan vueltas a las cuadras, mientras que en Puerto La Cruz, largas filas de camiones y transportes de alimentos y toda clase de productos, esperan en el único ferry, para llevar mercancías a la isla.
Según las autoridades locales, el cierre de los negocios está afectando a 60% de la fuerza laboral insular que depende del puerto libre y el turismo, lo cual aumenta, aún más, las señales de alarma que deberían ser tonadas en cuenta por el Ejecutivo Nacional que pregona que Venezuela es una potencia turística.
Siempre hemos optado por la confianza en el Ejecutivo, bajo la premisa de que ningún gobierno quiere el mal para su pueblo, pero en este caso, no nos queda otra vía sino la crítica dura, puesto que, en el caso de Margarita hay todo para lograr que de verdad nuestro país sea esa potencia.
Cuando el estado se encontraba gobernado por la oposición, se usaba esa excusa para decir que a la isla no llegaban los recursos, ni los dólares para el puerto libre. No obstante, la situación cambió y la entidad es gobernada por el oficialismo y la situación ha empeorado.
Repito, queremos tener fe en el gobierno y destacamos lo positivo de sus acciones, sin embargo, al ver el estado en que se encuentra la isla, nos hace tener dudas
Han pasado años y varios sistemas de cambio y la situación no mejora para Margarita. Ahora, los comerciantes tenían esperanzas en el Simadi y la posibilidad cierta de poder obtener divisas para importar, pero lo que hay es incertidumbre. Entre tanto, los comerciantes aseguran que de no regularizarse la situación estarán obligados a cerrar sus establecimientos.
Se fue la temporada de Carnaval y no hubo grandes ingresos para la isla. Ahora viene la temporada de Semana Santa y se espera que haya afluencia de turistas y una mejora en la situación general de la región. Se pueden hacer correcciones y mejorar la situación de Margarita, queremos tener la esperanza y la fe en el Ejecutivo, porque no es justo que esta potencia se pierda.
Analista político y económico
tsocias@cantv.net
