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lunes, 15 de junio de 2015

Luis Vicente León explica Por qué fracasó la narrativa de la Guerra Económica?. Entrevista de Víctor Salmerón


Por Víctor Salmerón | / Prodavinci

La última encuesta de Datanálisis deja en evidencia que la mayoría de la población culpa a la administración de Nicolás Maduro del desabastecimiento y apenas una minoría señalaría al sector privado en caso de que durante los próximos meses se agrave la ausencia de alimentos básicos en los anaqueles.

Al mismo tiempo, la mayoría también apunta hacia el Gobierno al momento de repartir la responsabilidad sobre la corrupción en el manejo de las divisas, mientras que un gran número de venezolanos cree en los voceros de las empresas privadas cuando afirman que la reducción de la producción o el cierre de algunas plantas obedece a la deuda que tienen con proveedores en el exterior por no recibir suficientes dólares.

Esta tendencia de la opinión pública surge a pesar de que durante dos años el Presidente de la República y los ministros han repetido incesantemente que la escasez obedece a una “guerra económica”, un término que utilizan para englobar a un supuesto plan orquestado por empresas privadas y miembros de la oposición para golpear la gestión del Gobierno.

¿Cuáles son los números?

La encuesta de Datanálisis, con un trabajo de campo efectuado entre el 6 y 20 de abril de este año, indica que ante la interrogante ¿Quién es el principal responsable de que no se consigan algunos alimentos en los lugares de compra?, apenas 9,3% de cada 100 venezolanos menciona en primer lugar al sector privado, lo que se traduce en la magnitud más baja desde agosto de 2007. Al contrario, 5 de cada 10 venezolanos señala al Gobierno como responsable.

El corto plazo luce más complicado para la administración de Nicolás Maduro. Ante la pregunta En el caso que el desabastecimiento de algunos alimentos en comercios y mercados empeore en el futuro, ¿quién cree usted que será el principal responsable de esa situación?, un 6,7% señala al sector privado y 49,5% al sector Gobierno. En el resto se ubica el bachaqueo (con 9%), la devaluación (con 3,4%) y la oposición (con 3%).

En cuanto a la administración de las divisas las cifras tampoco son halagadoras para el Gobierno. Ante la interrogante ¿Quién es responsable de que las divisas otorgadas terminen en corrupción?, un 70,5% señala al Gobierno Nacional, el 10,8% a los empresarios y 5,8% a la oposición. Además, 68,2% considera que es muy creíble o creíble la afirmación de algunas empresas que han tenido que tomar decisiones de ajuste, reducir producción, cerrar alguna de plantas o cerrar totalmente, debido a la deuda que tiene Cencoex con los proveedores extranjeros.

¿Y cuál es la interpretación?

Luis Vicente León, director de Datanálisis, comenta los resultados de la encuesta.

“El Gobierno sufre las consecuencias de utilizar durante largo plazo argumentos que se alejan de las causas reales. Al principio, cuando recurres al argumento de la guerra económica, divides a la población entre los que te creen y los que no te creen. Pero si el problema continúa, comienzas a ser visto como un incapaz. Es decir: o la guerra económica no es verdad o tú no sirves para resolverla. Por eso la población responsabiliza al Gobierno y a Maduro del desabastecimiento: la población no está comprando el cuento de la guerra económica”.

Algo que llama la atención de los resultados de la encuesta es que más de la mitad de la población (55,1%) opina que el control de precios causa desabastecimiento, mientras que aquellos que le atribuyen resultados positivos se encuentran cercanos al mínimo histórico (22,5%). ¿Por qué se desgasta el respaldo a esta política?
Se desgasta porque tienes demasiado tiempo diciendo que vas a resolver el problema controlando los precios y el resultado final ha sido más inflación y más desabastecimiento. Cada vez están inventando más: que si la guerra económica, los marcianos… pero la gente lo que ha vivido es que, a lo largo de todo el proceso de control de precios, su vida ha empeorado. La verdad es que la evidencia empírica indica que a más control los precios suben más; y a más control de cambio más ineficiencia y más corrupción.

¿Podría resumir los resultados de la encuesta en cuanto a la percepción que tienen los consumidores respecto al abastecimiento de alimentos?
La percepción negativa sobre el abastecimiento está en los niveles más altos de la historia. El 68,2% de la población evalúa en negativo el nivel del abastecimiento, diciendo que consigue pocas cosas o casi nada de lo que están buscando. El 87,4% dice que está racionado al momento de comprar. Antes eso sólo sucedía con alimentos básicos, pero ahora también pasa con bienes de producto personal. Esto no quiere decir que los hogares no los tengan, porque algunos lo consiguen en el mercado negro, pero entonces tienen que pagar un sobreprecio que va de 500 a 1.000% para obtener el producto.

Otro aspecto interesante es que 77,2% de la población afirma que encuentra más marcas privadas que públicas en los mercados, cuando las empresas privadas indican que la producción está cayendo por falta de materia prima. Aunque, en teoría, las empresas bajo control del Estado sí están recibiendo divisas y un trato preferencial.
Las empresas que tienen mayores preferencias son las públicas, pero los problemas de eficiencia son desastrosos. El Gobierno expropió empresas de cemento y no hay cemento; expropió Sidor y no hay cabillas; expropió las azucareras y no hay azúcar; expropió Lácteos Los Andes y hay problemas graves en leche; expropió Agroisleña y no hay crédito agrícola. Eso lo percibe la población en el supermercado cada vez que va a comprar. Si bien la empresa privada tiene un problema gravísimo de producción, la ineficiencia del sector público es muy alta. El cálculo señala que un millón de dólares entregado a empresas Polar, por ejemplo, produce cuatro veces más volumen de alimentos que un millón de dólares de importaciones del Ministerio de Alimentación.

Los resultados también revelan que 71,5% de la población evalúa positivamente la actuación de Polar, la principal empresa privada del sector alimentos, por mantener los mercados surtidos mientras que 66,6% cataloga como negativa la actuación del presidente Nicolás Maduro y sus ministros.
El nivel de respaldo de la población a Polar, en medio de la crisis, sube porque le premian su disposición a mantenerse luchando por producir y mantener producción y abastecimiento ante los fuertes bloqueadores que la gente reconoce que tienen. A Polar la ven como el ícono que ha sabido surfear la crisis. Polar es transversal: la respaldan opositores chavistas e independientes.

Al cierre de mayo de este año, en la ciudad de Caracas, según la encuesta el 60,7% de los productos esenciales presentan escasez. Y, cuando la evalúa en los distintos canales de distribución, se indica que Mercal, el emblema del Gobierno, es la que tiene el resultado más negativo con una escasez de 80%. ¿A qué se debe esto?
Es incorrecto pensar que el Estado no está despachando productos a Mercal. De hecho, podríamos decir que ha aumentado el despacho, porque ha obligado a las empresas a incrementar el suministro de productos a este canal. El tema es que como hay más productos a un precio absurdo los bachaqueros, quienes compran para revender en el mercado negro, atacan virulentamente.

Después de Mercal siguen los abastos y bodegas, con una escasez de 75,7%. ¿Cómo se explica esto?
En los abastos sí hay problemas de distribución, porque el Estado obliga a las empresas a despachar a los canales de mayor tamaño por la apariencia de abastecimiento. Entonces, los canales más pequeños se desabastecen más rápido.

Desde su punto de vista, ¿qué puede ocurrir con la escasez en los próximos meses?
La respuesta del Gobierno ha sido más controles y más intervención, pensando que el problema lo pueden resolver por la fuerza. Y eso lo único que hará es empeorar la situación. La realidad fundamental es que en la medida en que no resuelvan el problema de control cambiario y los controles de precios, no habrá forma de que activen la producción privada, que en definitiva es la única que puede garantizar incrementos reales de la producción en Venezuela. El Gobierno está tratando de sustituir al sector privado con más importaciones del sector público, con empresas en poder del Estado o controlando el sistema de distribución. Se trata de sustitutos más ineficientes y que requieren más divisas para obtener el mismo número de productos.

De cara a las elecciones parlamentarias, ¿el Gobierno no podría enfocar algunos recursos para tratar de aumentar el abastecimiento con importaciones?
Quizás veamos procesos de mejora puntuales. El Gobierno puede traer productos esenciales y meterlos en el mercado, para tratar de crear una ilusión de abastecimiento en medio de la elección parlamentaria. Pero eso es una primitivización de la economía.

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