Pablo Pérez. El Nacional
En el marco de la desesperación que tiene el gobierno por el escenario adverso que se les avecina el 6-D, están cometiendo errores que no solo van a tener un costo electoral para ellos, sino que pueden ir mucho más allá porque están agregando acciones que pueden configurar más violaciones de los derechos humanos a su ya largo expediente en esta materia.
El cierre de la frontera no se justificaba, ni se justifica, porque se supone que para evitar el contrabando existe toda una estructura del Estado formada por funcionarios públicos y miembros de la Fuerza Armada Nacional, quienes tienen los medios y las competencias legales para evitar que se fuguen combustible o alimentos hacia Colombia.
Pero como lo que se busca es un efecto, más no resolver el fondo del tema, el gobierno recurre al cierre y la deportación masiva de colombianos. Se han cometido errores graves, como lo admitió el propio gobernador del Táchira, al marcar las humildes casas de esos ciudadanos. Eso desdice mucho del interés y el objetivo de las medidas.
El cierre de la frontera en el Zulia es otro espectáculo electoral más. Eso, como ya lo he dicho, es violentar los derechos de los indígenas que cruzan ese territorio libremente porque para ellos la Guajira es una sola y no está divida en colombiana o venezolana. Es un ataque directo a los wayúu y a los colombianos.
Nada de eso resuelve el contrabando. Nada de eso aminora las colas. Nada de eso les devolverá a los venezolanos la calidad de vida que fue dinamitada por el gobierno. ¿Acaso las colas han disminuido? Para nada. De hecho cuando usted ve que frente a un comercio no hay colas, es porque no hay nada regulado o escaso.
Y si somos más directos, en el Táchira la escasez de alimentos sigue intacta como han reportado respetados periodistas desde ese estado. El problema básico del desabastecimiento es la caída de la producción nacional y eso se demuestra con las importaciones, ya no tan masivas, que el gobierno está ejecutando.
El gobierno sigue cometiendo error tras error. La mejor acción para ellos es reconocer sus equivocaciones. Lo mejor que pueden hacer es admitir que el modelo fracasó y ceder el camino a quienes con capacidad y verdadera mente progresista puedan resolver la crisis.
¿De qué sirve gobernar sobre los escombros de un país? De nada. Por eso ante la destrucción de nuestra Venezuela, 9 de cada 10 venezolanos ve con mucha importancia la cita electoral del 6-D e igual porcentaje está muy dispuesto a votar y defender la democracia y el progreso ese día. No te quedes solo en reclamos y lamentos, actívate y participa.
@PabloPerezOf
