JUAN CARLOS VARELA | EL UNIVERSAL
Como abogado estoy muy claro que una cosa es tener un derecho y otra muy diferente es poder ejercerlo efectivamente. Las verdaderas democracias se distinguen de las que no lo son precisamente en las facilidades que otorgan a sus ciudadanos para poder ejercer sus derechos.
Este es el caso precisamente del derecho que todos los venezolanos tenemos de elegir a nuestros gobernantes y de también poder ser elegidos como gobernantes si así lo queremos.
Este año supuestamente debería tener lugar la elección de los diputados a la Asamblea Nacional. Digo "supuestamente debería" porque el Consejo Nacional Electoral no ha fijado aún la fecha de las elecciones y peor aún, solo falta que el directorio del ente comicial apruebe que se van a realizar algunos cambios de circuitos y circunscripciones electorales para que, según dicen algunos, ofrecer la mayor representatividad posible al electorado en la Asamblea Nacional. O mejor dicho, para volver a hacer el milagro de que con menos votos el partido de gobierno tenga más diputados que la oposición, tal y como sucedió en las elecciones anteriores.
El CNE ha dicho dos cosas: una, que sí hay elecciones este año 2015 y dos, que las mismas tendrán lugar el último trimestre del año 2015. Y yo me pregunto: ¿cuál es el suspenso?, ¿por qué tratar la fecha de las elecciones como si fuese una estrategia de mercadeo para la nueva película de 007?, ¿no sería mejor decir la fecha con tiempo para que todos los que queremos elegir y ser electos nos preparemos?
Es así como que todos en la familia están esperando la boda del eterno solterón y éste la anuncia para un año y un trimestre específico, pero no dice fecha en concreto. Lo menos que piensa la familia es que el solterón se va a arrepentir y que va a cancelar la boda al final.
No quiero pensar mal, pero, ¿será que el CNE piensa cancelar las elecciones al final y no hacerlas este año? O quizás, como el solterón, ¿el CNE no quiere que la gente se prepare para la fiesta y vayan todas sus exnovias y se aparezcan en la fiesta para asegurarse de decirle todas las verdades a la novia?
Todo esto pasa a ser más raro aún, cuando tanto el gobierno como la oposición se proponen hacer primarias para elegir a sus candidatos para unas elecciones que no tienen fecha. Es decir, la gente se empieza a preparar para la boda, se compra las mejores galas, reserva el spa y la peluquería para algunas fechas tentativas y se aprestan para asistir al acontecimiento del año. Pero sin saber si éste va a ocurrir o no.
Y yo me vuelvo a preguntar: ¿será que el Gobierno y la oposición quieren saber quién ganó en las primarias para tratar de "adivinar" el resultado de las elecciones finales? Así como en el ejemplo del solterón, ¿será que el novio quiere ver que tantas exnovias van a intentar arruinarle la fiesta antes de hacerla?
Tengo muchas preguntas y pocas respuestas, yo de lo que sí estoy seguro es que esa fiesta no me la pierdo por nada del mundo, así me digan la fecha del evento el mismo día. Eso sí, solo espero que el CNE no nos deje a todos como la novia plantada en el altar, "vestida y alborotada".
Para ejercer nuestros derechos no tenemos que pedir permiso a nadie. Por el contrario, debemos exigirlos con toda nuestra fuerza y acciones. La pasividad se confunde con indolencia y conformismo.
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