CAROLINA JAIMES BRANGER | EL ESTIMULO
“Yo voy a lanzar un plan igual a las OLP. Ustedes se van a enterar cuando lo vean ya, con resultados. No voy a anunciar ni día ni fecha. Pero voy a lanzar un plan arrasador contra la economía criminal de los bachaqueros. Contra los pelucones. Vamos a un plan arrasador (…) con el pueblo movilizado y activo. Ya basta ya de economía criminal y de sabotaje económico”…
“Hay dos partidos de derecha que no voy a nombrar que financian a bachaqueros”…. Nicolás Maduro
“A los bachaqueros los vamos a considerar como malandros, varios de ellos van a ir a parar a la cárcel”.
“Empezamos a ponerle a una braga anaranjada a los bachaqueros, porque ellos son delicuentes. Con esto, hacen trabajos comunitarios en la ciudad. Esto es un efecto de demostración para quienes golpean el bolsillo del venezolano”. Rafael Lacava
Dos voces desautorizadas se levantan para condenar a los bachaqueros. Parece que a Nicolás Maduro se le olvidaron muy rápido sus tiempos de chofer de Metrobús (debe ser que trabajó muy poco tiempo) y el sueldito que ha debido devengar en aquella oportunidad.
Ese sueldito que alcanzaba para poco en aquella época, ahora no alcanza para nada. De manera que si yo ganara sueldo mínimo, o sueldo de profesional recién graduado, de profesor universitario o de maestro de escuela, también sería bachaquera. Una manera de ganarse la vida trabajando –no me vayan a decir que no es trabajo pasarse ocho horas o más al día haciendo cola- que “resuelve”.
El gobierno se dedicó a destrozar el aparato productivo venezolano. Expropió (y no sé cuántas pagó, en cuyo caso el verbo es “robó”) una cantidad de empresas y fincas productivas que hoy no sirven para nada, para salir ahora a echarle la culpa a una “derecha pelucona”, a los “paramilitares” y cuando no, al “imperio” de todos sus desaciertos en materia económica.
Por otro lado, Rafael Lacava, Alcalde de Puerto Cabello, no tiene autoridad moral para actuar en contra de los bachaqueros cuando su familia vive en la mejor urbanización de Barcelona, España, sus hijos están en el mejor y más caro colegio privado de la ciudad y él va y viene con su sueldito de alcalde. Esos bachaqueros, señor alcalde, también quisieran tener a su familia viviendo en la mejor urbanización de una ciudad segura, a sus hijos en el mejor colegio y poder viajar con el dinero que ganan.
Pero no, tanto Maduro como Lacava le han declarado la guerra a los bachaqueros, que si bien es cierto que de alguna manera distorsionan la economía, la mayor distorsión no viene de ellos, sino del pésimo gobierno y sus peores que pésimas políticas económicas. Mientras los malandros andan sueltos y nosotros encerrados, mientras los colectivos están más armados que las policías municipales y hasta que la nacional, Maduro y Lacava les declaran la guerra sin cuartel a los bachaqueros.
Lacava los viste de anaranjado y los pone a barrer en el mejor estilo gomecista… ¡esa gente NO es malandra! ¡esa gente está buscando su rebusque en un país donde no hay trabajo, porque no tiene cómo irse a trabajar en otro país, como han hecho tantos venezolanos!
Si Maduro quiere acabar con las colas, la escasez y la inflación, no tiene que “arrasar” con los bachaqueros. Tiene que tomar las medidas económicas que sabe que son las indicadas pero que no toma porque su dogmatismo no se lo permite.
Y usted, señor Lacava, ponga a los pranes a limpiar las calles. No a unos padres y madres de familia que antes de delinquir como delinquen quienes actúan a sus anchas y con absoluta impunidad, prefieren especular vendiendo productos.
¡Con mis bachaqueros no se metan!
Fuente: El Estimulo
Ver También:
Confesiones de una bachaquera. Por Ángel Alayón
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