MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
Hugo J. Quintana, que prestaba un servicio de transporte particular a César Miguel Rondón quien en compañía de su hija se dirigía a la ciudad de Valencia, resultó ser "algo más" que un chofer habitual. El "taxista" Quintana, o mejor, Doctor Quintana, realizaba en ese momento un trabajo discordante con su carácter académico. Veamos:
Profesor en Ciencias Sociales, Historia (UPEL). Magister Historia de Venezuela (UCAB). Egresado de conservatorios como ejecutante en guitarra clásica y director coral. Jefe y Coordinador en Maestría de Musicología. Ordenador de extensión en la Facultad de Humanidades. Director de revista de la Sociedad Venezolana de Musicología (UCV). Autor del libro "La guitarra rasgada del siglo XVII". Partícipe en congresos musicológicos nacionales y universales. Premio de Investigación en Facultad de Humanidades y Educación 2010. Premio Municipal de Música 2009; mención Honor 2010.
La penosa realidad del Dr. Quintana no porque le ofenda la tarea causal que realiza, sino por la expresión común de universitarios dedicados a otra cosa: "aquí hago más". El vocablo, casi mendicante, desnuda el tejido de un país culturalmente empobrecido. El caso Quintana se repite con miles de docentes. Entre 3 y 4 profesores dejan el país cada mes (Reporte Confidencial).
La UM ha perdido entre julio y septiembre el 7% de la nómina de profesores a tiempo completo; y en lo que va de año ese porcentaje llegó al 30%, reveló su rector, Benjamín Scharifker. Por su parte en la USB ese índice es del 50%. Solo en 5 días se retiraron 700 profesores.
El personal del IVIC protestó dentro de sus instalaciones para exigir salarios justos. De ese instituto surgieron trabajos científicos, entre otros, para la detección de tuberculosis, hepatitis y chikungunya en todo el país (El Nacional).
El rector de LUZ alerta sobre los efectos de la fuga masiva de talentos. Los concursos docentes terminan desiertos en más de 40%. El Magisterio exige aumento salarial para evitar que el docente formado con gran esfuerzo y costo siga forjándose como buhonero porque allí "hace más" en una semana que un mes como educador (La Verdad).
El presidente del Colegio de Profesores del estado Táchira, Javier Tarazona, indicó que según cifras del Ministerio de Educación hay 8 mil escuelas en la franja de la frontera. Sin embargo 167 mil niños con pobreza extrema quedan fuera del sistema. Que el 72% de los jóvenes abandona la escuela para contrabandear (El Universal).
Nadie sabe con certeza cuántos niños dejan la escuela. Apenas sabemos por notas de prensa o por migrantes afectados, la cifra aproximada de profesores que desertan. El educador está impedido de incluir la excelencia en su práctica diaria porque el sistema "a lo cubano" lo impide. Así su deserción implica que la educación del país queda a merced de los ineptos. Entramos entonces en la franja del retraso cultural de la escuela o, si podría llamarse así, en el "Síndrome del Dr. Quintana". Como en Cuba está arriada por una concepción autoritaria, carente de valor académico y plena de controles.
Nota aparte: "los eruditos de Miami"
Los ociosos que pululan por allá, no el joven que abandona su familia para buscar un futuro digno, persisten en golpear la difícil tarea de la MUD. Desde sus butacas dictan pautas, dan clases de moral, sentencian, acusan e injurian para escupir sus agravios.
Hasta dan "buenas noticias" como la divulgada por una periodista que afirmó tener el dato fidedigno provenido del tribunal de la causa, que la boleta de excarcelación de Leopoldo López para el 1-07-15 ya estaba firmada. Incluso se mofó de su abogado quien dijo desconocer el hecho pues no constaba en acta. Tres meses después el líder de VP ha sido condenado a casi 14 años de prisión.
El síndrome del odio que los aflige es tan cruel como las colas. Sólo que éstas las sufrimos in situ. La última es que Armando Briquet es ahora un "notorio inversor" que promueve eventos para invertir en Cuba en sociedad con Ramón José Medina quien ni siquiera puede salir del país por prohibición tribunalicia debido a que, léase bien, no pertenece a la Junta Directiva del diario El Nacional desde hace 10 años. ¡Vaya inversionista!
Aunque sus agravios no calan en el país, hay algunos frívolos que se hacen eco de esa legión de necios con intereses difusos. Bien por Briquet y Medina por no dar aforo a tantas gansadas. ¡Todos a votar el 6-D!
miguelbmer@gmail.com
@MiguelBM29
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