Luis Chataing·/ Facebook.com
En nuestro país, la jornada de ayer dejó imágenes que solo reafirman el sentimiento que crece entre los venezolanos a la misma velocidad que decrece la poca simpatía que pueda quedar en algún rincón hacia Nicolás Maduro. Contingentes de nuestro Ejército hechos muralla entre un país objeto de burla y descaro, y el grupito que sirve al interés de unos pocos, bombas lacrimógenas lanzadas a venezolanos que a diario hacen colas para comprar las migajas de un deteriorado aparato productivo, venezolanos cuyos ingresos se reducen a polvo cada día que pasa, venezolanos cuya calidad de vida es vergonzosa ante el mundo, esos venezolanos que votaron con ilusión el 6 de diciembre, que firmaron con determinación en favor de la activación del referendo revocatorio, y que atendieron el llamado a manifestar su inconformidad, a que se respete la Constitución y nuestros Derechos.
En otro sector de la ciudad marchaba otro grupo, uno que baila y canta pintados en rojo mientras su conciudadanos, compatriotas, son replegados y humillados. A la danza oficialista se suma el acto final, las palabras de Nicolás, las de siempre, con el topping del día, hacernos saber que en ninguna manera será revocado, está bien, amedrentar no es su fuerte, no es lo que sabe hacer, pero no tiene remedio.
En medio de todo aquello irrumpe como un trueno la imagen del único opositor (sin uniforme) que llegó a las puertas del CNE, Diego Hernández, se le veía sereno y determinado, sin insultar a nadie, con el rostro descubierto, sosteniendo un cartel (que segundos más tarde le sería arrebatado por un Guardia Nacional Bolivariano, esperemos que para fotocopiarlo y repartirlo entre sus allegados) el cartel decía "REVOCATORIO YA". La tenacidad de ese muchacho le permitió ALCANZAR LA META QUE SE HABÍA TRAZADO, reclamar pacíficamente su derecho a participar en la consulta pública que establece la ley para contarnos, cuántos quieren y cuántos no quieren un CAMBIO. Ayer Diego Hernández coronó por todos, el mensaje en su cartoncito vale por miles de vallas, resuena por millones de retweets, mientras el Guardia Nacional Bolivariano dio pena en nombre de pocos.
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |