GUILLERMO GARCÍA N. | EL UNIVERSAL
La situación de desequilibrio del mercado cambiario en Venezuela en los últimos 21 meses, y las medidas adoptadas por el Ejecutivo Nacional de devaluar el bolívar y eliminar el Sitme; y creando el Sicad I y Sicad II, ha llevado que el valor intrínseco del bolívar se haya pulverizado, generando cada día mayor presión sobre la tasa de tipo de cambio y en la desconfianza del bolívar como moneda de reserva, ahorro y patrimonio, lo que genera a su vez mayor presión sobre la moneda, creando un círculo vicioso de mayor devaluación y mayor inflación y pérdida de la confianza.
El Ejecutivo Nacional y el BCV han intentado mediante políticas heterodoxas frenar esta situación sin hasta ahora lograrlo. Recientemente, el Ministro Ramírez anunció un nuevo esquema cambiario dual de bandas, y debate la implementación de unificación cambiaria para el próximo año. ¿Será posible tener éxito? ¿O ha llegado el punto de inflexión, donde la única opción sea la dolarización plena para un quiebre total de las expectativas de devaluación futuras, desconfianza y abatir la inflación a un dígito en el mediano plazo, mejorando la calidad de vida de los venezolanos?
¿Dolarización plena en Venezuela la solución?
Por plena dolarización se entiende un paso más: desde la utilización puntual y limitada, al empleo oficial y total del patrón monetario dólar en todas las transacciones. El atractivo principal de la plena dolarización es que elimina el riesgo de fuerte devaluación o repentina del tipo de cambio del país. Cuando se habla de dolarización se describe el proceso en el que el dólar se convierte en moneda de uso nacional de curso legal, sustituyendo a la moneda local del país que la adopta.
Ventajas:
La plena dolarización permite, en principio, evitar crisis cambiarias y de balanza de pagos. Al no haber una moneda propia, no pueden producirse bruscas depreciaciones ni súbitas salidas de capital motivadas por el temor de una devaluación. Por ende, es una medida que implica estabilidad económica. Esto tendría un impacto positivo sobre el spread, o prima de riesgo, que se paga sobre los instrumentos de deuda del país en los mercados internacionales. Se reduciría el costo del crédito y del servicio de la deuda pública y privada y aumentaría la confianza de los inversionistas en el país, lo que se traduciría en más inversión y crecimiento.
Estabilización y reducción de la inflación a niveles internacionales de un dígito.
Bajas tasas de interés y con ello mayor acceso a los capitales.
Eliminación de riesgo de emitir dinero sin respaldo lo que provocaba altos índices inflacionarios.
Se descarta cualquier influencia política en el manejo monetario y fiscal del país.
Credibilidad en el esquema monetario y en consecuencia atracción de capitales extranjeros (Inversión directa).
Mayor integración a mercados internacionales, de capitales y Valores atrayendo inversión foránea de portafolio.
Balanza comercial que refleja la realidad productiva del país al no poder devaluar la moneda y beneficiar a los exportadores con esta medida.
La dolarización, no es la fórmula mágica para resolver los problemas económicos del país, pero logrará, a corto plazo, una estabilidad monetaria que incluye una reducción drástica de la inflación a nivel de un dígito, tasas de interés bajas, y de la incertidumbre para invertir. Se recuperará el ahorro y el patrimonio de los venezolanos, porque se elimina el riesgo de la devaluación, y el financiamiento crediticio mejora. Finalmente, la dolarización alentará la inversión extranjera y nacional de largo plazo por la estabilidad monetaria y baja inflación, y potenciará fuertemente la posibilidad de inversiones de las grandes petroleras multinacionales en la faja, e inversiones agroindustriales y agrícolas de los países del Mercosur y América Latina.
Desventajas: El Banco Central cede la posibilidad de emplear la política monetaria para planificar la economía del país.
Pérdida de ingresos para el Fisco por concepto de señoreaje. ( ganancia por emisión de papel moneda , bolívares)
El Banco Central no podría auxiliar al sistema financiero en caso de una crisis.
Es una decisión casi irreversible.
La dolarización no eliminaría toda la desconfianza en la economía, sino únicamente la que se deriva del riesgo cambiario. El hecho de que la economía esté dolarizada no elimina la posibilidad de una salida de capitales. Los inversionistas pueden salirse por temor a un mal manejo de las finanzas públicas, o a una crisis del sistema financiero. Un país que dolariza entrega una parte importante del manejo y establecimiento de políticas monetarias. De ahí en adelante, la política monetaria y cambiaria la dicta la Reserva Federal de Estados Unidos. No tendría la posibilidad de acudir a una devaluación para mantener la competitividad de sus productos, por lo que el país perdería permanentemente la capacidad de reaccionar frente a shocks externos; se quedaría sin amortiguadores. ¿Qué le conviene al país? ¡Que se abra el debate público!
Asesor Financiero
Candidato AMDP Harvard University
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