Puede surgir una variante: que el TSJ decida mantener los mismos rectores del CNE porque sus plazos no habrían vencido.
JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL
Ya tenemos dos Presidentes, dos Asambleas y una Constituyente, casi tres Tribunales Supremos de Justicia, TSJ, (el de oposición tiene facciones), embajadores y una junta directiva de Citgo del gobierno interino, y ahora como que vamos a coronar con dos o tres Consejos Nacionales Electorales (CNE). Uno de éstos, sería nombrado por la Asamblea de Juan Guaidó, el otro por la de Luis Parra (poco probable porque necesita los votos del PSUV), los cuales parece que van en una de las dos direcciones siguientes: un posible tercer directorio del CNE sería nombrado por el TSJ o por la Constituyente. La cúpula del oficialismo decidirá. Y puede surgir una variante: que el TSJ decida mantener los mismos rectores porque sus plazos no habrían vencido. El problema con esto último es que el CNE tiene un rechazo del 86% de la población y superior al 70% desde el 2014, con la excepción del momento en que se declaró que la oposición había ganado 112 diputaciones, cuando el rechazo bajó a 52%, para volver a subir inmediatamente por las marramuncias que hizo para tumbarle tres diputados a la oposición con el caso de Amazonas. Obvio que luciría mejor un nuevo CNE.
El afán del gobierno en unas elecciones parlamentarias es intenso por tres razones:
1. Cree que la oposición va desunida (lo cual puede haber cambiado drásticamente después del error que cometió el oficialismo de querer quitarle a juro el control de la Asamblea, lo cual la reunificó y reafirmó los respaldos de los países extranjeros a Juan Guaidó, ¡hasta el de España!
2. Cree que los partidos de oposición llamarían a no votar (veremos, pero el que está más claro que no quiere ir a votar por parlamentarias es el 90,5% de la población; el 84% lo que quiere son elecciones presidenciales). 3. Necesita una Asamblea que pueda llamar legítima para que le apruebe contratos con empresas extranjeras para operar o rescatar empresas rentistas (petróleo, oro, coltán, etc.) desde Pdvsa para abajo. Ojalá pusieran el mismo afán en buscar la autorización de privatizaciones de las 700 empresas del Estado, todas operando a pérdida o inactivas, pero generando gastos que paga el pueblo.
@joseagilyepes
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