ALEJANDRO A. TAGLIAVINI | EL UNIVERSAL
La historia oficial siempre tiene un chivo expiatorio. Ahora resulta que la crisis es culpa de Lehman Brothers, cuando la realidad es que cae debido a los créditos hipotecarios alentados, y luego hundidos en medio del río, por el Estado, la Reserva Federal (Fed) y sus insólitas bajadas y subidas de tasas. Este irresponsable manejo destruyó al banco de inversión, sacudiendo al mundo financiero y alimentando la peor crisis global desde la Segunda Guerra Mundial (SGM). El 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers se declara insolvente. Merrill Lynch es vendido al Bank of America y AIG solicita un crédito a la Fed. Los bancos centrales inyectan casi US$ 200.000 millones. El 17, la Fed salva a AIG con US$ 85.000 millones. El 18, los bancos centrales refrescan los mercados con miles de millones de dólares y euros.
El 19, Washington anuncia su paquete de rescate por US$ 700.000 millones. El 30, el gobierno irlandés aprueba garantías por € 400.000 millones para entidades financieras. El 8 de octubre, seis bancos centrales rebajan las tasas de interés induciendo una brutal emisión monetaria. El 13 de octubre, Alemania lanza un rescate de € 500.000 millones y el de Francia uno de 360.000 millones. Muchos en la Unión Europea presentan planes similares. Wall Street perdió casi la mitad de su valor en los cinco meses siguientes a la caída de Lehman. El desempleo alcanzó el 10%, el más alto en tres décadas. Y a todo esto quiso "solucionarlo" la Fed inyectando US$ 3 billones. El Tesoro suministró US$ 300.000 millones a los bancos.
Y esta es parte de la historia. Así que, más allá del torpe relato oficial, queda claro por qué el gobierno de EEUU tiene una severa crisis originada en una deuda impagable. De hecho, en la práctica, ya está en cesación de pagos porque no tiene recursos genuinos –a menos que produzca una muy fuerte venta de activos ("privatizaciones"), y reducción del gasto estatal- para pagar sus compromisos, precisamente ese es el motivo de aumentar el techo de la deuda. Porque subir impuestos solo traería más recesión ya que es dinero coactivamente, artificialmente (vía monopolio de la violencia estatal que todo destruye) desviado del mercado natural.
Lo que se discute entonces, al hacer referencia a una posible o no cesación de pagos, es una "cesación oficial", porque en la práctica lo que Washington ha venido haciendo es emitir descontroladamente para pagar sus compromisos provocando una devaluación del dólar de al menos 10% desde junio de 2010, o sea, rebajando su deuda en 10%, cesanteando la décima parte de sus compromisos. Y elevando el techo de la deuda lo que pretende es aumentar el porcentaje y la cantidad a licuar (cesantear).
De los US$ 16,7 billones que debe Washington –más unos 5 billones de empresas estatales y organismos descentralizados, más de 20 billones en total- 11,9 billones corresponden a inversionistas, 23 veces los 517.000 millones que debía Lehman. Casi la mitad está en manos de gobiernos, bancos e inversores extranjeros. China, el tercer tenedor de esta deuda (1,27 billones) seguida por Japón (1,1 billones), preocupada por la situación promueve la "desamericanización" de la economía global. Irónicamente, después de tantas estúpidas guerras contra el comunismo (afianzado por la SGM), ganarán los "rojos" pero no por ser comunistas sino por acercarse al mercado mientras los "capitalistas" se alejan.
*Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California
@alextagliavini
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