LUIS JOSÉ SEMPRUM | EL UNIVERSAL
Debo confesar que el discurso de Henry Ramos Allup en el "diálogo" del jueves pasado fue brillante; lo cual no significa que esté de acuerdo con su contenido.
Fue brillante porque expuso de manera impecable una ruta para que el "presidente" Maduro y sus aliados se mantengan en el poder hasta las elecciones de 2019.
Les dijo exactamente lo que debían hacer para conservar la silla de Miraflores: promulgar una Ley de Amnistía, dejar de violar la Constitución, cesar la represión, abandonar la intención de imponer su hegemonía y despolitizar las Fuerzas Armadas, entre otras medidas.
Lo que Ramos Allup no dijo, pero quedó implícito en su discurso, es que si Maduro adopta esas medidas, entonces la MUD estaría dispuesta a reconocerlo como legítimo, dejando impunes los crímenes de lesa humanidad cometidos durante los últimos dos meses.
Lo sorprendente es que los voceros del PSUV, en lugar de felicitarlo y tomarle la palabra, le cayeron encima a Ramos Allup, como que si les hubiera mentado la madre.
Soberbia, intolerancia, terquedad y, sobretodo, desconexión con el mundo real; esas fueron las actitudes de los "dialogantes" del oficialismo. Tan ciegos están, que la MUD les ofreció un salvavidas, y no quisieron aceptarlo.
La ceguera del gobierno presagia un desenlace traumático a esta crisis, pero sin duda los venezolanos recuperaremos la democracia y las libertades. Aprovechemos estos días santos para reflexionar y prepararnos para los tiempos duros que vendrán.
@LuisSemprumH
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