José Vicente Carrasquero A. / Runrún.es
El gobierno venezolano sigue sin ponerle atención a los problemas que más afectan a los venezolanos. Según todas las encuestas la población sufre el problema del desabastecimiento, de pérdida del poder adquisitivo, de la criminalidad desbordada, del desastre de los servicios público, no tener adecuados servicios de salud, de un sistema educativo que se deteriora día tras día, de no poder sustituir un electrodoméstico dañado y una interminable lista de problemas que acogotan al común de las personas.
Mientras tanto, en las lúgubres instancias de poder solo se ocupan de problemas artificiales. Problemas creados en laboratorios para tratar infructuosamente de ocupar el espacio de la opinión pública con asuntos que no son de interés primordial para una persona que no consigue leche o pañales para sus hijos.
Los problemas que presenta la plana oficialista tienen que ver con una supuesta guerra económica que nadie en su sano juicio puede tomar por cierta. De hecho, las encuestas muestran que los venezolanos le están haciendo poco caso a esa argumentación. ¿Cómo es que el gobierno que más ha intervenido la economía en la historia, está postrado ante una supuesta guerra económica? ¿Quién es el enemigo?¿Cómo opera?¿Qué está haciendo el gobierno para combatir esta guerra?¿Ya puso, por ejemplo, a producir todas las plantas de harina de maíz que expropiaron en el pasado?
Hay que ponerse serios. Tienen que tener el guáramo para explicar a los venezolanos que las riquezas más grandes de la historia del país fueron despilfarradas y robadas por una cuerda de incapaces cuyo único interés era hacerse inmensamente ricos y lo lograron. Y este no es un invento, abunda en los medios de comunicación informaciones que dan cuenta de ex funcionarios del régimen que gozan de fortunas y posiciones económicas que no podrían explicar. Apresar y condenar a algunos de ellos debiera ser prioridad del gobierno.
Una declaración que desde ya está nominada para la más ridícula del año es la del ministro de interiores diciendo que los policías son asesinados por paracos contratados por la extrema derecha y que tiene pruebas. A ponerse serio ministro. Primero, presente las supuestas pruebas, abra una investigación que permita saber cómo entraron esos irregulares al país. Ubíquelos y apréselos. Si no hace esto dentro de la primera semana de su declaración, la lógica y la ética indican que usted debe renunciar.
La triste verdad que tienen que admitir es que el gobierno ha sido derrotado por el hampa que le ha arrebatado el monopolio de la violencia. No es cuento que las bandas criminales están mejor armadas que las policías. Todo porque el extinto Chávez le tenía miedo a las policías bien armadas porque lo podían tumbar. ¡Qué falta de seriedad!
En este discurso plagado de mentiras, inexactitudes y exageraciones, llegaron a decir que el sistema de transporte que estaban inaugurando en Maracay es el más moderno de Latinoamérica. Aquí vuelven a burlarse del pueblo que a lo mejor no sabe que en Bogotá funciona un sistema de autobuses con canales exclusivos que es muy eficaz y moderno aunque insuficiente. Es que les cuesta ser serios hasta en lo que hacen.
El enfrentamiento artificial con países como Estados Unidos y España es otra comedia que ponen en escena para hacer creer a quienes todavía le creen que Venezuela es amenazada por otros países solo porque a sus dirigentes les da la gana. Así no más. Sin que se diga la hipótesis de conflicto ni nada de eso. Algún sabio me saldrá con el cuento del petróleo. A ese hay que responderle que Venezuela tiene unas reservas naturales más preciadas que esas y que ni se mencionan en los galimatías guerreristas de la élite gobernante. Me refiero a las inmensas reservas de agua que para variar, se encuentran al sur de Venezuela.
Si fuesen serios, dirían que nuestras verdaderas amenazas la constituyen los diversos grupos guerrilleros que han formado su propio estado en la frontera con Colombia. Nos hablarían de las bandas criminales que introducen drogas que usan Venezuela como centro de distribución para otros países. Hablarían del cartel de los soles y de las mafias que explotan nuestras riquezas en el sur del país sin que los venezolanos nos beneficiemos en lo más mínimo.
La comedia a la que ya nadie le presta atención es la del golpe, magnicidio, etc. Se ha repetido tantas veces esta patraña que ya no asombra a nadie. Los únicos que pueden dar un golpe son los militares. Son los que tienen la capacidad operativa para actuar en ese sentido. Pónganse serios y señalen a los golpistas. Los de verdad, no militares retirados o asimilados que no tienen comando de tropa.
De los escándalos de corrupción que aparecen desde hace semanas en los medios no dicen absolutamente nada. El pueblo ya sabe quiénes se robaron los reales y los tiene pasando trabajo. La gente está esperando el momento adecuado para expresarse.
Para ser serio es necesario que el gobierno se ocupe de los temas pertinentes a la agenda de los venezolanos que les pagamos sus salarios. Solo basta con salir a dar una vuelta por ahí para apreciar lo que es necesario hacer. Si creen que con todas estas pantomimas evitarán el desprecio popular expresado en términos electorales, están muy equivocados.
Ponerse serios pasa por comenzar a asumir el costo político de las medidas que tienen que tomar para arreglar la economía destruida por el pernicioso modelo económico que se empeñan en mantener. Ponerse serios pasa por ponerle un parado al hampa. Ponerse serios es desmontar un control de cambio que no ha impedido que la corruptela roja se haya hecho groseramente rica. Ponerse serio es desmontar los controles para que el libre comercio permita resolver el problema del desabastecimiento y la inflación. Ponerse serio necesita, y esta si está difícil, poner gente competente, conocedora y proba en los cargos ministeriales. No porque en el país no los haya, sino porque seguramente no militan en el partido de gobierno y no estarían dispuestos a participar en el desastre que significa esta administración para los venezolanos.
De cualquier forma, la suerte está echada. No importa lo que este gobierno haga. El pueblo se cansó de la mentira permanente y de que sus problemas no sean tomados en cuenta por los gobernantes. Solo esperan el momento de pasar la factura, eso que los politólogos llaman voto castigo.
PS: recomiendo leer la entrevista al Padre Alejandro Moreno. Reflexiones que comparto íntegramente http://www.lapatilla.com/site/2015/04/22/alejandro-moreno-de-seguir-como-vamos-venezuela-desaparecera-como-sociedad/
@botellazo
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