José Guerra / 2001 / ND
El profesor Jorge Giordani fue durante los últimos catorce años el hombre más poderoso en el manejo de la economía venezolana. Ningún ministro de todos los gobiernos anteriores a Hugo Chávez tuvo la permanencia y el poder que detentó Jorge Giordani en los ministerios de Planificación, Finanzas y en las directivas del Banco Central de Venezuela y PDVSA.
Salió Giordani del gobierno de Maduro en junio de 2014 con una carta muy crítica sobre la gestión del actual presidente. También denunció en enero de 2013 que mediante la sobrefacturación de importaciones se habían robado en Cadivi y Cencoex más de US$ 20.000 millones, cifra astronómica, sin que hasta ahora se sepa quiénes fueron los que defraudaron al país. Lo cierto del caso es que Nelson Merentes, un hombre muy cuestionado en su gestión administrativa en el despacho de Finanzas y en el Banco Central, le ganó la pulseada a Giordani y logró sacarlo del gobierno. Y hoy, aquel hombre todopoderoso, carece de influencia en las decisiones del gobierno.
Ahora, aparece de nuevo Giordani en una entrevista donde literalmente demuele al gobierno de Maduro con frases que son un tiro al blanco a la mediocre administración de Maduro. Todo lo que dice Giordani es cierto. Pero incompleto. Porque el profesor Gioradni fue quien armó todo este edificio sobre bases movedizas y que actualmente se está derrumbando. Dice Giordani sobre la burocracia en el gobierno “creamos VicePresidencias a granel, ministerios y viceministerios, estos por cierto no existen son puras invenciones”. Acerca del déficit fiscal y la insuficiencia de ingresos argumenta que “no hay dólares, ni bolívares, y no se puede seguir sacando bolívares con la maquinita y del Señoreaje del Banco Central de Venezuela, ni tampoco los dólares dado que no se aumenta la producción petrolera”. Aquí le lanzó un dardo envenenado a Rafael Ramírez y a Nelson Merentes.
En cuanto a la inflación y las colas el ataque es directo contra Maduro, porque la gente “las siente directamente en la piel, en las colas, que no son menos que un signo de ineficiencia”. Y remata con este misil contra el gobierno, al declarar, refiriéndose a Venezuela que “La verdad, ¡ya somos casi el hazme reír de América Latina!”. Es cierto, Venezuela está dando lástima.
En la conducción de la política económica, Giordani cometió un error garrafal al anclar y sobrevaluar el tipo de cambio para supuestamente bajar la inflación. Con ello literalmente regaló y despilfarró millones de dólares. El resultado fue la destrucción de la industria manufacturera, la desaparición de las pocas capacidades de exportación que se habían constituido en el país y la exacerbación de la dependencia del petróleo, sin que la inflación bajara de forma sostenida. En el camino, esa política propició una fenomenal fuga de capitales y aumentó exponencialmente el endeudamiento público y cuando el dólar paralelo se disparó a principios de 2010, Giordani mandó a cerrar las casas de bolsa y a encarcelar a sus directivos, quienes luego de pagar tres años de cárcel, fueron declarados inocentes. Así, la economía exhibió un desempeño muy pobre y ahora los nuevos estudios revelan que la pobreza en lugar de disminuir, aumentó.
Siendo intelectualmente honesto, no puede el profesor Giordani lavarse las manos como Pilatos, porque buena parte del fracaso de Maduro es su propio fracaso, porque él tiene apenas ocho meses fuera del gobierno. Yo esperaba más de la autocrítica del profesor Giordani.
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